Al Descubierto es una plataforma digital de periodismo, bajo la dirección de los periodistas en formación: Kenny Quimbayo y Danna Rodríguez. Recientemente, este proyecto se sumergió en la cruda realidad de las ocupaciones ilegales en Ciudad Bolívar, específicamente, en el barrio Santa Viviana, una situación que ha sido sistemáticamente invisibilizada, normalizada y relegada al olvido, tanto por la sociedad como por el Estado.

Esta crónica profundiza en las historias de tres mujeres, madres cabeza de familia, que viven en condiciones desafiantes. Sus viviendas están construidas con tejas, palos de madera y los suelos son de tierra pura. 

En este lugar, donde la adversidad es una constante y los sueños luchan por sobrevivir, se escucharon sus historias y se vivenció de primera mano “la vida detrás de las tejas”, en medio de grandes problemáticas sociales y vulneraciones a los derechos humanos fundamentales, como la falta de una vivienda digna, la ausencia de servicios públicos, educación y salud, así como las afectaciones psicológicas, consecuencia de la violencia, el acoso sexual, las amenazas y la presencia del microtráfico en la zona.

Estas voces son un testimonio vivo de la resiliencia y la fortaleza de esta comunidad que vive en condición de ocupación ilegal. A pesar de las adversidades, los residentes de este sector continúan luchando por sus derechos y buscando una vida mejor.

“Al principio fue duro, porque me ven sola y creo que piensan: esta mujer está joven, entonces, empezaron con el acoso sexual entre hombres y mujeres.

Yo le pido a la vida que ojalá todo volviera a ser como antes, pero no sé si eso pueda ser posible. Uno tiene es que luchar y luchar hasta donde sea, vender limones, póngame a vender limones, o si me resulta cilantro, traigo los manojos de cilantro y me voy a vender mi cilantro”.

“Yo di con un mal padre para mis hijos, un narcisista que me vivía golpeando, entonces, me fui a vivir en donde pudiera y llegué acá con mis hijos, a veces no teníamos baños y me tocaba lavarlos encima de una piedra, yo siempre he sufrido por conseguir mi casa, porque desde pequeña no tenía unas paredes que me protegieran.

El niño está con el papá, me da miedo que de pronto le haga daño psicológicamente, como lo hizo con nosotras, pero pues, es la decisión de Bienestar Familiar dejarlo con él porque tenía una casa. Mi frustración siempre ha sido tener un espacio en dOnde ellos estén bien o tranquilos y al nunca encontrarlo, ha sido una sensación de impotencia”.

“-¿Crees en Dios?-
-Pues siento que me ha dejado sola, que me soltó. Me siento sola, cansada, he estado tratando de conseguir los cupos para el colegio de mis hijos, pero nada, no los he podido matricular, yo tengo los papeles y todo, pero nada. Salió ahorita matrícula en el Colegio Sierra Morena, pero no me lo recibieron, porque mi hijo no estaba medicado, y ahora que ya lo tengo medicado, no le quieren dar el cupo”.