«Juntas X La Vida»
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Encuentros de las mujeres populares del sur de la ciudad, al calor de las ollas comunitarias
Por: Yannick Delgadillo
El 13 de diciembre, al frente de la Alcaldía Local de Kennedy, se dio el cierre a una serie de encuentros que iniciaron en San Cristóbal, continuaron en Ciudad Bolívar y finalizaron en Techotiba, mal conocida como Kennedy.
Estos encuentros se realizaron en el marco de la conmemoración del 25N, Día Internacional de la Eliminación de las Violencias contra las Mujeres, con el objetivo de generar escenarios alrededor de las soberanías alimentarias, las economías populares y los procesos sociales de las mujeres que habitan en la cuenca del río Tunjuelo; también, para sumar a las comunidades en un ejercicio de reflexión y de protesta sobre las violencias que se ejercen sobre las mujeres: feminicios, desaparición forzada, violencia física y psicológica que no pueden seguir siendo normalizadas.

Desde el periódico El Callejero, pudimos dialogar con Paula Triviño, actual directora para la Autonomía Económica de las Mujeres del Viceministerio de las Mujeres, adscrito al Ministerio de la Igualdad y la Equidad, quien enfatizó en todo el ejercicio de socialización que vienen realizando de la Línea Salvia 155, una línea específica de atención para la prevención y disminución de los riesgos de feminicidio, que tiene el objetivo, precisamente, de prestar ayudas de emergencia a las mujeres y a sus familias en caso de un riesgo inminente, tomando medidas rápidas, entre ellas, separarlas de su agresor, ofrecer atención socio jurídica, psicosocial, albergue y ayudas temporales.
En el espacio también se contó con una feria de emprendimientos de las mujeres populares del sur de la ciudad, varios de los cuales hicieron parte de las Mochilas Soberanas que se entregaron durante los encuentros. La ancestralidad y la conexión con las raíces muiscas y con la naturaleza también fueron transversales a los encuentros, así como las actividades artísticas y culturales, en este gran encuentro final estuvieron las Guarichirímeras y los Tambores de Yoruba. Todo esto mientras se entregaban más de 1.000 platos de comida, resultantes de 5 ollas populares organizadas por las comunidades y con diferentes menús: cocido boyacense, sancocho, cuchuco, ajiaco y salteado vegetariano.

El desarrollo de esta juntanza se da gracias a una alianza público popular en la que, las fuerzas comunitarias se encuentran en los fogones de las ollas, los saberes ancestrales y populares y los feminismos, para la transformación cultural y así poder ponerle un alto a cualquier tipo de violencia contra las mujeres.
Aprendizaje, comida y resistencia femenina y popular fueron las bases de este gran cierre, el llamado es claro: la lucha y la resistencia para erradicar la violencia contra las mujeres no puede parar, no queremos lamentar una sola perdida más, el cuidado mutuo tiene que ser la prioridad que se construye desde lo cotidiano, desde el territorio y desde el calor de las ollas comunitarias.

Las más infinitas gracias a las mujeres y comunidades de la cuenca del Tunjuelo en Bogotá, por haber recibido a este, su Ministerio de Igualdad y Equidad.
Vamos por más formas de consolidar este proyecto.
Un abrazo grande!