Gianni Lara Cruz nos relata la historia y los aportes del medio de comunicación comunitario y alternativo impreso que actualmente dirige.

En 2007, en la Universidad Distrital nació El Macarenazo, un periódico resultado de la colaboración entre la carrera de Lengua Castellana (sede La Macarena) y la carrera de Comunicación Social y Periodismo de la Uniminuto. Sin embargo, inconsistencias administrativas entre ambas instituciones afectaron la continuidad del proyecto y solo se lograron publicar tres ediciones. Esta fue la primera experiencia de Gianni, docentes y estudiantes en el campo de la comunicación, una experiencia que pronto los llevó a repensar su ejercicio y a buscar la creación de un medio que no dependiera de recursos institucionales.

El punto de encuentro para la creación del nuevo medio fue Techotiba. El nombre escogido, Sumando Voces, hacía alusión a la juntanza y al trabajo colaborativo. Nació hace 18 años en Patio Bonito. Pero no se trataba únicamente de crear otro medio: era necesario recoger las voces críticas frente a lo que no funcionaba en la localidad, la ciudad, el país y el mundo. Además, buscaban un formato distinto, que invitara a leer y a interactuar de otra manera, que redujera el consumo de papel y que generara una confrontación tanto física como ideológica, dejando clara una postura política no alineada con la derecha.

Sumando Voces no fue el único medio que surgió con la intención de ofrecer una lectura contrahegemónica del contexto político de la época. Otros fueron A Media Cuadra, Radio Miseria y El Campanazo. Sin embargo, estos proyectos no tenían aún una posición política marcada; relataban el territorio desde enfoques diversos. Gianni recuerda: “Nuestros periódicos eran una forma de molotov”, aludiendo a cómo las ediciones se convertían en voces de denuncia que resonaban con fuerza entre la gente, incomodando la indiferencia.

El enfoque del periódico se ha orientado siempre a la educación popular. Es un medio “pa’ la gente”, con una ideología de izquierda que busca cuestionar la forma en que históricamente se ha contado la historia de Colombia: desde la mirada dominante, que sataniza la postura contraria. Romper con esa narrativa ha sido un propósito, así como abrir la mente de los lectores, fomentar ideas distintas y promover el pensamiento crítico.

Existen dos momentos decisivos en la trayectoria del medio. El primero ocurrió durante la Alcaldía de Gustavo Petro, cuando se otorgó apoyo a La Agencia Techotiba, donde participaban varios medios del territorio. Gracias a este respaldo contaron con una imprenta y una casa desde la cual se produjeron múltiples ediciones. El segundo momento se dio hace cuatro años, cuando el periódico renació. Gianni había hecho una pausa por razones personales, pero a través de proyectos presentados y ganados en las alcaldías locales se obtuvieron los recursos para retomar la producción. En ambos periodos sobresale el trabajo colectivo: Sumando Voces nació de la colaboración y, años después, fue esa misma cooperación la que permitió su resurgimiento.

La localidad ha experimentado cambios significativos gracias al medio y al trabajo colectivo en el territorio, como el aumento de la participación ciudadana y del movimiento social. Gianni relata que la gente se ha empoderado y han surgido organizaciones sociales en múltiples áreas: comunicación comunitaria, medio ambiente, género, cultura y juventud. Muchos de estos procesos han surgido de manera independiente, sin el respaldo de partidos políticos, lo que constituye un cambio importante para el territorio. El fortalecimiento organizativo siempre contribuye a mejorar la calidad de vida.

Conocer la historia y el proceso de Sumando Voces fue como viajar en una máquina del tiempo: recordamos cómo se hacían los periódicos escolares antes. Gianni explica que, aunque hoy es más fácil producir un periódico, Sumando Voces no se realizó mediante una maquetación manual. Sin embargo, él mismo dirigió su primer periódico escolar, Sin Límites, escribiendo e imprimiendo los artículos, recortándolos y pegándolos en hojas tamaño octavo para crear el diseño, que luego se fotocopiaba.

Aunque el arte del collage ya no sea necesario para crear un periódico impreso, la tecnología ha facilitado enormemente la producción, desde la diagramación e impresión hasta la realización de comités editoriales virtuales. Esto favorece la gestión del tiempo y de los recursos necesarios para cada edición. No obstante, estos factores también han llevado a considerar la posibilidad de migrar a la web, pues pese a ser más sencillo elaborar un medio impreso, su sostenimiento sigue siendo costoso frente a lo digital.

La falta de recursos no solo ha motivado la idea de virtualizar el medio, sino que también fue una de las razones por las que se cerró La Agencia Techotiba. Aun así, algunos medios continúan trabajando juntos y han construido una red colectiva que ha sido un apoyo no solo para Sumando Voces, sino también para A Media Cuadra, El Callejero, El Laboratorio del Ruido y otros proyectos, incluso más allá de la comunicación: huertas, colectivos artísticos y organizaciones ambientales.

“Dar argumentos” es, según Gianni, una postura esencial para los medios comunitarios y alternativos. La respuesta surge al preguntarle por el papel de estos medios en la actual guerra cultural y mediática global. La inmediatez de la información y el acceso masivo a redes sociales hace que cualquiera pueda difundir contenidos; por eso, los medios deben demostrar que no son “cualquier persona”. Su tarea es profundizar en los contenidos, promover pensamiento crítico y evitar caer en la reacción impulsiva, emocional y vacía. Fomentar la argumentación es fundamental para crear mensajes coherentes, responsables y útiles, sobre todo cuando su propósito es dar voz a territorios y comunidades vulneradas. También es necesario trabajar con un lenguaje cercano, que permita a la población comprender lo que lee, construir una postura activa y consumir información estructurada que contribuya a un país mejor, desde lo colectivo.

Sumando Voces tiene una intención que va más allá del reconocimiento: busca aportar a la transformación social y a la formación crítica, ser la voz de un territorio vulnerable y muchas veces abandonado por el Estado y las élites de poder. Su aporte radica tanto en su contenido como en su diseño, que propone una lectura distinta.

La valoración del medio en el territorio es evidente, no solo por las palabras de Gianni, sino por la emoción con la que las expresa. Sumando Voces es percibido positivamente por su contenido, su originalidad física y su gratuidad. Eliminar barreras económicas facilita el acceso a la información, hoy altamente monopolizada. Aunque el mayor reto sigue siendo obtener los recursos para sostenerse, ofrecer el medio sin costo es un pilar fundamental en su propósito: construir comunidad, sumar voces y aportar a un país con más oportunidades para todos, no solo para quienes nacen en el poder.

El periódico se lee en una sola hoja con distintos dobleces que permiten navegarlo sin un orden específico. Es un diseño curioso que invita al lector a sumergirse en artículos, columnas y escritos sobre temas que afectan al mundo, a Colombia, a Bogotá y especialmente al suroccidente de la ciudad. Cuando se despliega por completo, queda una sola hoja que atrapa la mirada por su diseño y diagramación, y que siembra pensamiento crítico para fortalecer la educación popular en el territorio. La intención es que cada edición termine pegada en una pared, disponible para que más personas la lean, que circule, que pase por distintas manos y distintos ojos.

Los medios impresos son arte, y como el arte no puede morir, tampoco lo han hecho ellos. Frente al auge de lo digital, lo impreso conserva funciones sociales, culturales y prácticas que la web aún no logra reemplazar por completo. Siempre habrá alguien que desee contrastar la información que monopolizan las élites de poder.

Sumando Voces no solo une las voces del territorio, ha sumado personas a un equipo de trabajo que quiere construir una sociedad distinta; ha sumado medios a una red colectiva que integra proyectos de comunicación y otras organizaciones. Este artículo también nos sumó historia, memoria, una postura crítica —política y social— y el deseo de seguir creando, produciendo y consumiendo información argumentada desde el papel.