Nuevamente, las palabras de la alcaldesa mayor de Bogotá, Claudia López, fueron la gota que rebaso el vaso de un sector social de la ciudad, en esta ocasión le tocó a los bicitaxistas y mototaxistas, quienes salieron a movilizarse hace pocas semanas luego de las incendiarias afirmaciones de la mandataria: “Le pido a nuestra policía que cada vez más vayamos sacando esos bicitaxis y mototaxis informales, ya no hay justificación, hace dos años y medio era porque no había suficientes rutas del SITP, pero ya están las rutas por lo que no hay justificación” expresó.

A las pocas horas, después de provocar movilizaciones y disturbios cerca del Portal de las Américas y El Tintal, la alcaldesa suavizó el mensaje, expresando que ya no era el bicitaxismo sino el mototaxismo el objetivo de la persecución: “El bicitaxismo está permitido, siempre y cuando sea de pedal, el bicitaxismo no es ponerle motor, gasolina y alta velocidad a una bicicleta e irse por los andenes y espacios públicos peatonales” dijo.

En cierta medida, en su última reflexión, la alcaldesa tenía razón, no existe en la actualidad una regulación del mototaxismo, pero sí del bicitaxismo, por lo cual no podría entrar ni a quitarles los vehículos o llegar a sancionarlos, el Decreto 3256 del 2018 del Ministerio de Transporte, autoriza la prestación del servicio público de transporte de pasajeros en triciclos o tricimóviles no motorizados y tricimóviles con pedaleo asistido.

Incluso, en el Concejo de Bogotá, ya entró en primer debate un proyecto que propende por la defensa del legítimo derecho al trabajo de este sector de la población, teniendo en cuenta la sentencia T-442 de 2013 de la Corte Constitucional, quien ha amparado a este gremio en particular y lo ha defendido de las agresiones y atropellos a los que se ha visto expuesto sistemáticamente por diferentes administraciones. Los bicitaxistas, al igual que los recicladores, como grupo marginado y discriminado, tienen “derecho a convertirse de manera progresiva en empresarios del transporte a través de acciones afirmativas de la Administración Distrital”.

Desde hace más de 20 años se le viene exigiendo a la alcaldía que: 1) Declare al gremio de los bicitaxistas como perteneciente a una actividad económica legal y ecológica. 2) Reglamente esta modalidad de transporte público. 3) Suspenda los operativos de Policía contra ese gremio.

El acuerdo propende por la formulación de una política pública distrital de bicitaxistas con el fin de procurar los derechos a la dignidad humana, al mínimo vital, al trabajo y al principio de confianza legítima de las personas que se dedican voluntariamente a la prestación del servicio público de transporte de pasajeros en triciclos o tricimóviles no motorizados y tricimóviles con pedaleo asistido u otra modalidad. Bajo un enfoque de derechos, diferencial, de género, territorial y ambiental.

Lo único que piden los bicitaxistas es que les brinden una reglamentación que les permita trabajar y tener un sustento para sus familias. Quienes usan este medio de transporte dicen que lo utilizan porque es una forma de movilizarse rápido y a bajo precio, en especial, en sitios donde no hay rutas de transporte. También lo utilizan para recoger a los niños de los colegios, ya que no les han asignado rutas escolares, en conclusión, ellos dicen que les sirve para movilizarse por menor precio que un taxi y el servicio es personalizado.

Con el bicitaxismo no penalizado sino organizado, ganan todos, los usuarios y según los últimos estudios más de 4.646 familias, el 76% de ellas ubicadas en las localidades de Kennedy, Bosa y Suba, quienes quieren seguir trabajando de forma honrada por sus familias.