
«Editorial»
Por: El Callejero
El pasado 11 de junio, en la casa Santa Bárbara del Ministerio de Hacienda, se realizó un evento que ponía en el centro la necesidad de establecer un acuerdo entre ministerios, departamentos administrativos y entidades del sector de la rama ejecutiva y los medios comunitarios, populares, alternativos y digitales del país, para hacer efectivo el cumplimiento de la Directiva Presidencial No 11 de 2024 que plantea que: “se requiere promover la pluralidad informativa, la libertad de opinión, la transparencia en la información, así como la garantía de la diversidad de opiniones y fuentes (…) para lo cual se invita a partir del año 2025, a las entidades públicas de la Rama Ejecutiva del Poder Público del orden nacional a procurar, de acuerdo con sus disponibilidades presupuestales, destinar una partida correspondiente al 33.3% de los recursos asignados para los planes de medios y/o comunicaciones, para la divulgación de información oficial, campañas institucionales de interés y contenido social a través del servicio público de radiodifusión sonora comunitaria y de televisión comunitaria, medios de comunicación alternativos, radiodifusión digital y nuevas tecnologías”.
Con este objetivo se desarrolló en este evento, liderado por el Ministerio de Hacienda y el Grupo Bicentenario, un encuentro en el que, además de dejar un acuerdo firmado entre las entidades y los medios participantes, se invitó a diferentes jefes de prensa de los ministerios a conocer la oferta de más de 100 medios de comunicación comunitarios a nivel nacional, quienes han venido trabajando en ejercicios de asociatividad que permitan y faciliten la materialización de lo que se ha llamado como alianzas público-populares, es decir alianzas entre el Estado y las organizaciones sociales, populares y comunitarias del país, en esta ocasión de medios de comunicación comunitarios.
En ese encuentro, como parte de la Corporación de Medios Agencia Sur tuvimos la oportunidad de plantear algunas palabras en las que no solamente esbozamos la necesidad de ampliar la mirada sobre los medios de comunicación comunitarios, sino también de expresar con claridad que estamos en la capacidad de asumir y hacer cumplir esta directiva:
“Hablar de lo que es la comunicación comunitaria, alternativa y popular no es nada sencillo, principalmente porque los adjetivos no lograrían abarcar la amplitud y la diversidad de procesos que se generan.
La diversidad, desde las comunidades a las que llegan, indígenas, pueblos negros, campesinos, sectores LGBTIQ+, mujeres, juventudes.
Las diferencias, desde los formatos que utilizan impresos, radiales, audiovisuales o digitales, pero también multiplataforma.
La amplitud, desde los procesos sociales y comunitarios que integran a sus ejercicios de comunicación, escuelas de formación, huertas comunitarias, ollas populares, procesos de informalidad, expresiones callejeras, arte, cultura patrimonio y memoria. En fin, es tan amplio el mundo de los medios que superamos las categorías, y sobre eso les queremos hablar el día de hoy.
Porque detrás de cada una de las y los comunicadores que se encuentran en este recinto no hay solamente un cartón o una experiencia, sino y, principalmente, una comunidad y un hacer con ella y desde ella, particular. El qué comunicamos y cómo lo comunicamos también tiene una propuesta diferencial frente a los grandes medios de comunicación, nos interesa el detalle, la minucia de lo que pasa con la ciudadanía, con la gente de a pie, nos interesa tanto que empezamos a tejer redes y comunidades a partir de cada entrevista y reportaje que hacemos, para nosotros es imposible entrevistar y salir corriendo al siguiente compromiso, siempre hay tiempo para el diálogo, la vinculación de la comunidad y la construcción de la paz, entendiendo cada ejercicio como la garantía de dos derechos fundamentales que son: la participación y el acceso a la información.
Somos muy diferentes a los grandes medios, pero no porque seamos pequeños o porque no tengamos capacidad de gestión o responsabilidad con los procesos que desarrollamos, no. Somos diferentes porque hasta cierto punto hemos decidido hacer un trabajo independiente de, y ese de, implica muchas cosas, siendo la mayoría de las veces del recurso. Pero, no porque no queramos recibirlo o no podamos administrarlo, sino porque históricamente se ha mantenido una desconfianza por los procesos sociales, comunitarios e independientes. No obstante, estamos seguros que hoy el Estado y la nación están en la capacidad de superarlos y de confiar en quienes nunca han dejado de hacer la tarea de comunicar, que tiene varios sinónimos, construir, tejer y formar en comunidad.
Como medios de comunicación tenemos varios valores agregados, la credibilidad, la confianza, la participación, la calidad de los contenidos y la investigación que desarrollamos.
Nuestros procesos de difusión y de circulación también son acertados, nuestros seguidores son orgánicos, nos conocen, no somos agentes externos a los territorios porque los habitamos y eso nos da una mirada y una comprensión distinta sobre los mismos.
Por último, queremos dirigirnos a ustedes, entidades, públicas y privadas y decirles que pueden confiar en la calidad del trabajo que hacemos, nuestra certeza es que tenemos mucho que aportar como estrategas de comunicación. Queremos que eso que se llama pautaje, que es un proceso plano y a veces sin emoción, lo podamos adaptar a nuestros medios y transformarlo en nuevas formas de decir y hacer con cada uno de ustedes.
Queremos que hoy, más que seguir el lineamiento de una directriz, establezcamos un compromiso que permita romper esas barreras que no se han roto hasta ahora y que nosotros podamos volver a confiar en el Estado y ustedes en nuestra capacidad de cumplir con la labor de llegar a cientos de personas porque somos actores de la economía popular”.
A la fecha seguimos a la espera de que las diferentes entidades y ministerios cumplan con la directriz del presidente Gustavo Petro y con el acuerdo que firmaron hace ya más de un mes. No es tiempo de excusas, a un año de finalizar este Gobierno del Cambio, esperamos que miles de comunicadoras y comunicadores tengan por primera vez la posibilidad de ejercer su labor en condiciones equitativas y de dignidad.