«Editorial»

Por: El Callejero

 

 

Esta nueva edición especial del periódico El Callejero es un recorrido por la memoria de los medios impresos de la localidad de Techotiba. Hablar de la memoria y no de la historia no es algo arbitrario, por el contrario, la selección del término responde a la comprensión del contexto, así como al planteamiento metodológico, desde el cual es posible reconocer que: primero, como parte de los sectores populares, el registro formal de los medios de comunicación comunitarios o la visibilidad que se da de los mismos por parte de las entidades del Estado es casi nulo, no existen archivos, fondos o bibliotecas en las que se resguarden ejemplares, ni tampoco una política que garantice la recolección de su historia como metodología propia de las ciencias sociales, desde el rigor que este tipo de registro requiere.

Por eso, recurrimos a la memoria o mejor dicho las memorias, en tanto “facultad psíquica con la que se recuerda” o la “capacidad, mayor o menor, para recordar “retener cosas en la mente”. Acudimos a ese relato individual, pero sobre todo colectivo de las y los sujetos que han hecho parte de estos medios de comunicación. Jelin, en su obra Los trabajos de la memoria (2002), plantea “la presencia de lo social, aun en los momentos más ‘individuales’. Nunca estamos solos, uno no recuerda solo sino con la ayuda de los recuerdos de otros y con los códigos culturales compartidos, aun cuando las memorias personales son únicas y singulares. Esos recuerdos personales están inmersos en narrativas colectivas, que a menudo están reforzadas en rituales y conmemoraciones grupales” (Ricoeur, 1999). Ese recordar con los otros responde a los espacios que se han compartido y que se han construido a lo largo de los años alrededor de la comunicación.

La localidad de Techotiba, mal conocida como Kennedy, ha mantenido una resistencia sobre la existencia de los medios impresos comunitarios, difícil de rastrear en otras zonas de la ciudad e incluso del país. Fue una de las localidades pioneras en el ejercicio organizativo de comunicación comunitaria y popular, hace casi dos décadas, aquí se formó una de las primeras mesas locales de comunicación de la ciudad con más de 40 medios de diferentes formatos, curiosamente, casi la mitad de la mesa estaba conformada por medios impresos entre ellos: Mi Barrio Prensa, La Voz de la Experiencia, El Visor, La Polea, Informativo Nueva Castilla, Aksion Escrita, Periódico La Urbe, A Media Cuadra, Periferia Literaria, La Voz de mi Barrio, Periódico Mío, Periódico Techotiba, Aviso de Terremoto, El Kafuche, El Churrusco, El Macarenazo, Sumando Voces, La Sureña, La Barriada y uno que otro que se nos escapa. Lo más interesante es que los medios impresos no han dejado de existir en esta localidad, hay varios que permanecen, muchos otros que han aparecido como el mismo Callejero, Tribuna Cultural, La Nación, Voces Techotiba y quizás, muchos otros que antes y después han venido apareciendo en el camino, cada uno, una semilla del anterior.

Estos artículos, por lo tanto, no son una verdad absoluta, tampoco son la historia de los medios impresos en la localidad. Son apenas un recuerdo interpretado por los comunicadores y comunicadoras populares de este medio, tratando de hacer del relato un contenido informativo, de opinión y de interés para las y los lectores e intentando insertar en cada uno de ellos marcos sociales que permiten una lectura intertextual, a partir de recuerdos y de encuentros comunes.

Aquí se recogen más de 30 años de haceres de colectivos y organizaciones sociales, de juventudes, ambientales, con enfoque de género, étnicas, callejeras, religiosas, barristas, entre muchos etcéteras, que se han reunido en la localidad para hacer medios de comunicación impresos que recogen las preocupaciones, los intereses y las búsquedas, justamente, de las comunidades y los sectores populares a los que representan.

Vale la pena recordar que, los medios de comunicación comunitarios son agentes de reactivación desde los procesos locales que lideran, ya que su labor va más allá de ser únicamente mediadores para convertirse en gestores de iniciativas que beneficien a la comunidad.

Es por eso que cada texto es también una interpelación a las y los lectores para que transformen la mirada que tienen de la comunicación comunitaria, alternativa y popular, una comunicación que no se limita solo a hacer un contenido y publicarlo, sino que trasciende en sus acciones sociales con y para la comunidad.

Las y los invitamos a visitar nuestras redes sociales, Facebook e Instagram @periodicoelcallejero, y nuestra página web www.elcallejero.com.co También abrimos nuestras páginas para que sean parte de esta red de periodistas independientes, enviando sus artículos al correo: elcallejeroperiodico@gmail.com ¡No olviden apoyar esta red de comunicación popular, comunitaria.

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