«+ Impuestos -Salario»
Por: Andrea López
Al momento de publicar esta nota, aún no se conoce oficialmente la reforma tributaria del gobierno Duque. El cual ha creado una estrategia de comunicación poco acertada. Durante semanas ha entregado información parcial, a cuentagotas, generando expectativa y zozobra. Ha sido una situación no apta para cardíacos y menos en medio del desasosiego que genera el tercer pico de la pandemia y las medidas de aislamiento que tienen a la población en ascuas. La ciudadanía no ha dejado de hacer cuentas con los titulares y la información que se ha logrado filtrar, sobre cómo subirá la tasa de vida. Por ejemplo, hace unas semanas el viceministro de hacienda Juan Alberto Londoño se atrevió a decir en medios de comunicación que el IVA se aplicaría a productos que, según él, no eran de primera necesidad como la sal, el azúcar y el café, para que simplemente horas después el gobierno se retractara y diera un parte de tranquilidad afirmando que todo era falso.
El juego de la reforma ha sido macabro, por un lado, el ministro Carrasquilla, como forma de presión, ha salido a afirmar que no hay dinero para los programas sociales y que al presupuesto del Estado le quedan escasas seis, siete semanas, es decir, que Colombia está en la quiebra y si no se hace la reforma los más perjudicados serán los pobres que no tendrán acceso a los recursos de los programas sociales del gobierno. Y la segunda, no menos peor, ha sido la estrategia de enviar a los hijos de Uribe a pedirle al presidente que reevalúe la posibilidad de generar medidas de austeridad que minimicen los impuestos y las alzas que se aplicarán en la tributaria. Como si de un juego se tratara, la reunión fue tan eficiente que al día siguiente se publicó el absurdo Decreto 971 del 8 de abril del 2021, titulado “Plan de austeridad 2021”, copia del otro absurdo publicado en medio de la pandemia, y que dicta medidas como: “Las entidades que hacen parte del Presupuesto General de la Nación deberán abstenerse publicidad y/o propaganda personalizada o que promocione la gestión del Gobierno Nacional, tales como: agendas, almanaques, libretas, pocillos, vasos, esferos, adquirir revistas, o similares; imprimir informes, folletos o textos institucionales”, pero nada se dice de cuánto, exactamente, va a dejar de gastar el gobierno o de las millonarias sumas que vale el programa del presidente y toda su estrategia de medios de comunicación que comenzará a funcionar en pocas semanas.
Lo que se puede afirmar de la reforma, a esta fecha aún sin publicar, son algunos datos que dio el ministro de hacienda Alberto Carrasquilla en el seminario de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), donde de manera cínica mencionó algunos de los puntos que se aplicarán a esta “necesaria” y “modesta” reforma, que tiene como fin recaudar 26 billones de los casi 90 billones que según Carrasquilla necesita el país para sostener las necesidades de caja, déficit y amortizaciones del año vigente. Entre las medidas están:
-IVA: Se subirá el IVA de los alimentos que ya se encuentran gravados, pueden pasar del 5% al 19%
-Tributación de personas naturales: Declaración de renta a las personas naturales que ganen más de $2.500.000 pesos mensuales.
-Personas jurídicas: Aumento del impuesto de renta
-Pensiones: Aumento tributario para las personas que reciben más de $7 millones de pesos mensuales.
-Impuesto solidario: Quienes tengan ingresos mayores a $10 millones de pesos, entre julio y diciembre del 2021, tributarán el 10% de sus ingresos mensuales.