«La memoria
no se borra»
La desaparición física del Varón del Sol
Por: El Callejero
Uno de los pocos mitos fundacionales que perviven alrededor del nacimiento de Bacatá, es el de Bochica, el conmiserado dios muisca, maestro de la siembra y la agricultura de las comunidades muiscas -estéticamente transformado durante la colonia en un hombre alto y blanco, como el dios cristiano, que a su vez se copia de la representación física de Zeus, el dios barbado, fornido y blanco de la mitología griega-. Luego de una lluvia de más de tres días y al ver Bochica la tragedia de su pueblo inundado, con los cultivos arrasados y su vivienda destruida, caminó junto a los muiscas hasta donde las piedras se estancaban, tomó su bastón y con él tocó las rocas, estas se abrieron y el agua se filtró formando una imponente cascada, hoy apenas un hilo regulado por la multinacional italiana ENEL, que hoy conocemos como El salto de Tequendama, pero también de la extensa sabana cundinamarquesa, en la que se emplaza lo que hoy conocemos como Bogotá y más cerca todavía el municipio de Soacha, en cuya zona rural se ambienta el mito.
En esas tierras muiscas, cuyo nombre proviene del muisca Xua que significa “sol” y Cha que significa “varón”, se han realizado importantes hallazgos arqueológicos, desde el siglo XVI, que abarcan los bienes enterrados y el arte rupestre; ambos, memoria de las comunidades que habitaron hace miles de años estas tierras y cuyos descendientes siguen en ellas.
¿Qué es el arte rupestre?
Según Martínez Celis (2012) se conoce como arte rupestre, a los grabados (petroglifos) y las pinturas (pictografías) realizadas por grupos humanos del pasado sobre superficies rocosas en emplazamientos naturales. En cuevas, piedras, paredes y abrigos rocosos, la humanidad ha consignado de una manera gráfica y sintética innumerables representaciones de animales, plantas u objetos, escenas de la vida cotidiana, signos y figuras geométricas, etc. Aunque estas evidencias se pueden también encontrar en otros soportes pétreos de carácter mueble como cantos rodados, fragmentos líticos y tallas o haciendo parte de lajas, estelas, esculturas, muros o edificaciones en piedra, la denominación arte rupestre hace especial referencia a aquellos motivos, trazos o marcas que han sido plasmados sobre superficies pétreas naturales, las cuales se han mantenido in situ en el mismo emplazamiento original donde fueron signadas.
Como ya se mencionaba han sido múltiples los hallazgos en diferentes veredas y corregimientos del municipio de Soacha donde se ha encontrado arte rupestre, como Canoas, La Poma, El Tequendama, Fusungá y Terreros.
El Varón del Sol
En el primer corregimiento rural, en la vereda Fusungá se encuentra el Varón del Sol, ahora debajo de una gruesa capa de pintura negra. Su existencia se remonta a varios miles de años y no es la única expresión de arte rupestre de la zona, todo lo contrario, a su alrededor se encuentran otra gran cantidad de pictogramas. Además, era una reconocida imagen que se había relacionado con la identidad del municipio y que se puede ver replicada en la escultura de la plaza principal en las manos del cacique muisca, en los uniformes deportivos, en el logo de los taxis, en el himno, en artesanías, restaurantes, cafés, así como en múltiples piezas relacionadas con el turismo y el patrimonio municipal.
De acuerdo a lo anterior, podría afirmarse que sí existía una apropiación, en particular de este pictograma, y un reconocimiento del patrimonio rupestre por parte de las autoridades muiscas del municipio así como por las entidades encargadas de velar por el cuidado del patrimonio; no obstante, el reconocimiento no fue suficiente, ya que lo que se evidencia es que, por un lado no se tomaron las medidas necesarias para su preservación y por otro lado, desde hace bastante tiempo se habían prendido las alarmas por los riesgos de extensión ilegal del municipio, así como otros negocios como las canteras y la venta ilegal de tierras.
La problemática no era nueva, desde el 2022 se venía hablando de la destrucción de las piedras que estaban alrededor y cercanas al Varón del Sol para, como ya se mencionó, vender tierras de manera ilegal y seguir ampliando la ocupación ilegal e informal.
Qué dijo el ICANH
El 3 de mayo, el ICANH hizo público un comunicado en el que rechaza los daños causados al Sitio con Arte Rupestre (SAR) “Varón del Sol” en la vereda Fusungá, Soacha, en el que señala que: “Los daños causados a esta emblemática pictografía corresponden a la aplicación de pintura de aceite de color negro, aplicada con brocha, la cual cubre por completo la superficie de la roca y el motivo rupestre, junto con la inscripción de las letras “FCR” en pintura roja, inscripción que además, se replica en otras rocas de la terraza.
Tras un diagnóstico preliminar y por el tipo de afectación, se puede afirmar que el daño podría ser irreversible y posiblemente no se recuperará la pictografía. Una intervención con fines de restauración tiene límites, y para retirar completamente la pintura, se requiere un estudio profundo de los materiales, muestreo y análisis de laboratorio. Además, puede involucrar el uso de productos químicos fuertes que con el tiempo degradará los minerales de la roca y no garantiza la legibilidad del pictograma original. Por estas razones, en este caso, lamentablemente, es muy probable que el daño sea irreparable.
A pesar de esto, el Grupo de Patrimonio del Instituto hará un diagnóstico in situ y acompañamiento al ente territorial para tomar las medidas necesarias para definir el mejor mecanismo que permita atender este acto reprochable. Por su parte, el Grupo de Arqueología presentará el caso ante el Comité de Afectaciones sobre el Patrimonio Arqueológico – CAPA, que funge como la instancia correspondiente del ICANH para estudiar casos de afectación, de modo que se valoren las acciones jurídicas que resulten aplicables, de acuerdo con lo establecido en el régimen sancionatorio del artículo 15 de la Ley 397 de 1997, en donde se contemplan multas entre doscientos (200) y quinientos (500) salarios mínimos legales mensuales vigentes – SMLMV, para quienes vulneren el deber constitucional de proteger el patrimonio cultural de la Nación.
(…) Sin embargo, mientras no existan acuerdos entre los diferentes actores que inciden en el territorio, así como un reconocimiento de su corresponsabilidad en la protección del patrimonio arqueológico, no es viable iniciar un proceso de intervención, pues este puede ser vandalizado en ese mismo instante, por lo que muy a nuestro pesar, por lo pronto el “Varón del Sol” se verá solo en la documentación arqueológica e histórica adelantada durante años de este sitio.
Para el entendimiento de toda la ciudadanía, este SAR se integró dentro del área de conservación “Altos de Fusungá” que se encuentra incluida dentro de los límites del predio “El Cerro”. Al encontrarse dentro de un área de conservación, desde el 2020, cuando se aprobó dicho Plan de Manejo Arqueológico, se dictaminó que no se deberían adelantar obras en esta área y en caso de que fueran necesarias, se debería elevar consulta previa al ICANH.
(…) Desde el ICANH reconocemos la complejidad de la situación social que se vive en este sector del municipio de Soacha; la pérdida de elementos de memoria en el territorio es lamentable, más cuando es provocador o receptor de violencia; por lo que reiteramos que es fundamental construir una ruta para conocer, apropiar y valorar el patrimonio cultural, de cara a un desarrollo social sostenible con el territorio. Estos patrimonios en Soacha son elementos fundamentales para la identidad, la investigación, la creación, la transformación y la construcción de paz”.
Qué dicen las comunidades
Las comunidades indígenas del municipio de Soacha, a su vez, se movilizaron para denunciar lo sucedido y para recalcar que esta no es la única situación en la que el patrimonio del municipio se encuentra en peligro por intereses de ilegales. Wilson Moya, parte de las comunidades indígenas, planteó que: “Denunciamos lo que viene pasando con la agresión al ecosistema y al patrimonio arqueológico colombiano, puntualmente al arte rupestre que es sagrado para el pueblo Muisca. La piedra del Varón del Sol el día viernes fue vandalizada aparentemente por tierreros”.
Qué dice el gobierno
En el llamado de la ministra de Ambiente, María Susana Muhamad, y el ministro de las Culturas, Juan David Correa, se pide a las autoridades territoriales de Bogotá y Soacha, así como a la Policía Nacional, vigilar especialmente el área de conservación de El Varón del Sol; la zona Arqueológica de Soacha Altos de Panamá, ubicada en la Subxerofítia de Soacha; el Parque Arqueológico de Canoas y demás hallazgos arqueológicos ubicados en el ecosistema subxerofítico, entre Ciudad Bolívar y Soacha, que podrían estar siendo afectados por urbanizadores ilegales y grupo de tierreros.