Para conocer un poco más sobre los diferentes procesos comunitarios que se llevan a cabo en la localidad, llegamos a la Casa de la Comida Cannábica, una casa grande y acogedora en el barrio Cervantes. Allí, en la sala nos sentamos, mientras esperábamos que todos se desocuparan para iniciar la entrevista. Mientras tanto, ojeamos algunos periódicos que trataban sobre la planta de marihuana, formas de sembrar, de aprovechar cada parte, algunos afiches y avisos en las paredes, un sitio bastante acogedor y con una clara intención de ser espacio para muchas y muchos. 

Finalmente, comenzamos a conversar con Angela y con Camilo, habíamos quedado en hablar sobre la Mesa Autónoma de SPA y Cannábica de Techotiba, mejor conocida como MASCATE, la cual hace parte de la Mesa Autónoma Local de SPA (MALSPA), esta segunda reúne las acciones de reducción de riesgos y daños del consumo de SPA, mientras que la primera tiene como objetivo la liberación de la planta.

Angela fue quien primero respondió nuestras preguntas y nos contó que la MASCATE inició hace dos años, gracias al encuentro de varios de sus integrantes, quienes habían coincidido en otros escenarios de participación política y de gestión cultural alrededor del tema. Kennedy Central se convirtió en uno de los sitios de encuentro, en particular la Caleta y es allí donde nace: “No la queríamos llamar solo mesa cannábica porque, a pesar de que todos somos usuarios de cannabis, todos nos cuestionamos el tema de sustancias aquí en el territorio”. Una de las mayores inquietudes que surgió en el momento y que hace parte de las líneas de la Mesa es la veeduría a los recursos públicos y su correcto manejo por parte de la Alcaldía Local de Kennedy, alrededor del tema de las sustancias psicoactivas

La Mesa también ha definido unas líneas de trabajo a partir de las cuales no sólo tejen, sino que también proyectan acciones en la localidad: La primera de ellas tiene que ver con la incidencia política, esta es la línea más fuerte dado que implica su participación en los espacios donde se discute la política de drogas; la segunda ha sido la pedagogía, desde ahí han hecho talleres, fanzine y audiovisual. La tercera es la investigación, una línea fundamental que hasta hace poco iniciaron y con la que esperan recoger y sistematizar la mayor cantidad de información posible, en beneficio de las personas de la Mesa y de la comunidad. La cuarta son los emprendimientos, a los que se suman todas aquellas personas que están interesadas o que ya trabajan con subproductos del cannabis, y quienes esperan adquirir más conocimiento y técnicas de preparación. 

Un buen ejemplo de cómo funciona un emprendimiento es misma Casa de la Comida Cannábica, el lugar en el que nos encontramos y que Sebastián coordina junto con su esposa, ambos lideran toda una línea de productos que ellos mismos producen y comercializan: galletas, achiras, chocolates, dulces, cremas y postres que tienen como base la marihuana, la planta sagrada de las comunidades que hace cientos de años habitaron este enorme territorio de grandes aguas, mejor conocido entre sus locales como Techotiba. 

La conversación continuó, Camilo nos comentó que la quinta línea son las comunicaciones, principalmente la parte audiovisual, en la que realizan videos y campañas sobre el consumo de sustancias psicoactivas, muchos de ellos son relatos utópicos sobre cómo piensan que debería ser el acercamiento de la policía hacia un usuario de sustancias en la calle. Esto tiene que ver con la sentencia C-127 de 2023 que trata sobre el consumo de SPA en el espacio público, lo que también se cruza con la línea de pedagogía, desde la que se preguntan cómo transformar el consumo y los cuidados que se deben tener. La última línea es el autocultivo que ahora se llama la Red de Autoabastecimiento de la MASCATE (RAM). El autocultivo comunitario crea la posibilidad de que aquellas personas que no puedan acceder a un buen cannabis puedan vincularse a una red segura donde no solo van a acceder a una buena calidad de flor, sino que también acceden a pedagogía y pueden involucrarse dentro de alguna de las líneas de trabajo. Con el autocultivo también se consolida el tema de la soberanía psicoactiva, liberar la planta de los conflictos territoriales y de la criminalidad a la que la someten las bandas de microtráfico.

Hablamos de muchos más temas, por ejemplo, el apoyo a los Dispositivos de Base Comunitaria, su importancia y alcances para la salud mental de los habitantes de la localidad. Así como la creación de una instancia de participación reconocida por la institucionalidad, sobre esto hablaremos en nuestra próxima edición