Señala Silvina Peirano que pocas palabras definen por sí mismas la sexualidad de manera más adecuada que los términos compromiso y participación. Porque ¿Qué otra cosa es la sexualidad, sino un compromiso con nosotros mismos, con nuestro propio cuerpo sexuado, erotizado y con el cuerpo en una participación al sentirse con otro/a?

T. Bertherat y C. Bernstein dicen que “… en este momento, en el lugar preciso en que usted se encuentra, hay una casa. Usted es su único propietario, pero hace mucho tiempo que ha perdido las llaves. Por eso permanece fuera y no conoce más que la fachada. Esa casa, albergue de sus recuerdos más enterrados, más rechazados, es su cuerpo”.

Vemos con frecuencia que acabamos distanciados, peleados y enemistados con aquello que más deberíamos valorar: ¡Nuestro cuerpo!, y nos movemos como autómatas, sin ritmo ni armonía. Olvidamos que somos un cuerpo y en cambio, creemos tener un cuerpo. Un cuerpo que no cuidamos, un cuerpo que abandonamos, un cuerpo que despreciamos, un cuerpo que queremos trans-formar. ¡No! No es preciso someterlo a diferentes castigos para un embellecimiento irreal o para un placer efímero, se entrega todo, se busca lo que no es, se arriesga la vida exponiendo el cuerpo y todo por el deseo.

Entonces, no usamos condón, no vamos a las revisiones médicas necesarias anualmente, no indagamos sobre la salud sexual de nuestros compañeros y compañeras sexuales, no prevenimos en el sexo oral y otras prácticas. ¡Y ahora esto del Covid-19! Hay muchas cosas que aún no conocemos sobre este virus. Nos han dicho que puede transmitirse de una persona a otra a través de gotas de saliva al hablar, estornudar o toser, con la mucosa respiratoria o a través del contacto de la saliva con otras secreciones, hasta se han encontrado rastros del virus Covid-19 en muestras de materia fecal.

Por otra parte, no hay evidencia contundente de su posible presencia en el semen o en las secreciones vaginales o rectales, ni de su potencial transmisión por vía sexual; pero puede traspasarse fácilmente a través de los besos y si es así, también a través de prácticas como el sexo anal y oral. Todavía tenemos mucho que aprender sobre Covid-19 y el sexo.

La forma más efectiva de cuidar el cuerpo para disfrutarlo, es evitar el Covid-19, tener en cuenta lo que nos han dicho de prevenir con el distanciamiento físico, eso quiere decir no contacto cercano de cuerpos, lo que incluye las relaciones sexuales y los encuentros cara a cara, así tu pareja sea estable, pero si no viven juntos es mejor tomar precauciones.

Estas recomendaciones para el cuidado de tu salud sexual durante la pandemia, no están de más; son medidas transitorias y son la única manera de frenar la transmisión del virus y cuidar tu cuerpo.

¿Y entonces, se pueden tener relaciones sexuales o no? Frente a este tema, las recomendaciones son que, durante la medida de aislamiento, todas las personas deben quedarse en casa y tratar de evitar el contacto con otros para no contraer el Covid-19. La abstinencia sexual puede ser una alternativa válida por ahora si no convive con su pareja.

¡Pero no hay que desanimarse! existen maneras de tener placer sexual que no necesitan del contacto directo con otras personas. Las citas virtuales y el autoerotismo pueden ser una opción, pero obvio, si utiliza juguetes sexuales asegúrese de lavarlos con agua tibia y jabón. Y si hubo sexo virtual, desinfecte los teclados y las pantallas táctiles.

Lavarse antes y después de tener relaciones sexuales es más importante que nunca. Los condones pueden reducir el contacto con la saliva o las heces, especialmente durante el sexo oral o anal. ¿Besarse? Evítelo, nada de sexo ni besos si usted o su pareja no se sienten bien o sospechan tener Covid-19.

La prevención del VIH, las infecciones de transmisión sexual, los embarazos no planeados y del Covid-19 son un acto de amor a nuestro cuerpo. ¡No hay vida humana sin cuerpo y sin historia!