Aprovechamos esta edición que debía haber salido en abril para devolvernos en la impresión y contarles un poco sobre cómo se vivió y las implicaciones que tiene para el país la enorme movilización del 1 de mayo, que este año no solo movilizó a la gente en las calles para conmemorar el día de las y los trabajadores, sino que también se convirtió en el escenario propicio para apoyar al gobierno del presidente Gustavo Petro y el avance de sus reformas sociales, que siguen siendo retenidas en el Congreso por los partidos tradicionales.

El 1 de mayo ha sido, históricamente, un día de movilización de las y los trabajadores en busca de reivindicar los derechos alcanzados, pero también un ejercicio democrático para reclamar mejores garantías laborales, salud, pensión, educación y vida digna. 

La primera vez que se celebró el Día del Trabajo en Colombia fue en 1914, por iniciativa de la Unión Obrera, durante la marcha se sumaron alrededor de 3.000 personas que se movilizaron desde la Plaza de Bolívar hasta el barrio La Perseverancia.

Algunos años más tarde el 1 de Mayo en Colombia se vincularía más activamente con el Movimiento Obrero Internacional. Sería hasta 1920 que los movimientos sindicales comenzaron a reclamar las ocho horas de trabajo y a vincularse activamente en la organización y la reivindicación de los derechos de los trabajadores. 

En los últimos años, incluidos los del Estallido Social, la movilización popular en esta fecha ha sido masiva y también ha logrado catalizar otros reclamos sociales. Justamente, el 1 de mayo de este año fue, además de la conmemoración del día de las y los trabajadores, un día en el que el pueblo desde su diversidad cultural, artística y social decidió salir a las calles y en medio de arengas, tambores y sonrisas respaldó al primer gobierno progresista que ha existido en Colombia, así como su plan de Gobierno, que incluye las diferentes reformas sociales: Trabajo, Educación, Salud, Pensión y Reforma Agraria. 

Probablemente la plaza se llenó más de unas seis veces, porque desde las 9:00 a.m. Miles de personas salieron desde el Parque Nacional hacia la Plaza de Bolívar, que se comenzó a llenar cerca de las 11:00 a.m. y hasta casi las 3:00 p.m. Todavía seguía llegando e ingresando más y más personas. El momento más álgido, de mayor euforia y de permanencia en la Plaza fue cuando el presidente, después de haber marchado por la carrera Séptima con la ciudadanía, tomó la vocería en medio de una plaza y un centro de Bogotá abarrotado de personas. 

Allí, frente al pueblo, que se multiplicaba en todas las ciudades de Colombia, expresó que: “Hoy Colombia, en todas sus plazas, en la multiculturalidad, en lo multicolor, se viste de obrera y obrero, grita como obrera y obrero, siente como obrera y como obrero”. En su discurso Petro fue enfático en identificar las dinámicas laborales injustas y desproporcionadas que se han impuesto durante otros gobiernos y la necesidad de transformarlas para garantizar un empleo y unos recursos dignos para mujeres y hombres. 

La movilización del 1 de mayo no fue como la de años anteriores, quizás la alegría y la esperanza con la que salieron miles y miles de personas a las calles, la solidaridad y la hermandad revivieron aquellos días de incesantes movilizaciones que se vivieron durante los años 2019, 2020 y 2021, con la diferencia de que este año no hubo miedo, a nadie le sacaron los ojos, no hubo heridos ni detenidos, tampoco hubo muertos, tan sólo hubo paz, como la que siguen anhelando millones de colombianos.