En esta edición nos sumamos, no a un proyecto local o distrital, sino a una iniciativa ciudadana que busca promover una metodología construida en América Latina, cuya intención es ver el consumo de sustancias psicoactivas y a quien las consume bajo una perspectiva de corresponsabilidad social.

Los Dispositivos de Base Comunitaria están conformados por organizaciones o colectivos que con o sin sede le aportan a la inclusión social de las comunidades; como estrategia se relaciona con la promoción de la libertad de elección de las personas, la disminución de situaciones de vulnerabilidad y exclusión social y la reducción de comportamientos que aumentan los riesgos y los daños asociados al consumo.

Desde esta perspectiva, hoy son muchos los dispositivos, es decir organizaciones y personas, que dan su mejor esfuerzo para abordar el consumo de manera pedagógica y formar a las ciudadanías en el reconocimiento de los tipos de sustancias que hay en circulación en la ciudad, sus compuestos, efectos y posibles consumos problemáticos o adicciones; así como acciones de prevención desde el aprovechamiento del tiempo libre y la oferta de actividades físicas, artísticas y culturales. De esta manera, es la comunidad quien se toma la vocería y pone en el centro de la mesa el consumo para dialogar sobre el tema con la vecina, el vecino, sus amigos y estudiantes, para que deje de ser un tabú y se puedan resolver dudas. Así se reducen los daños y se tiene un consumo que tiene menos posibilidades de caer en una adicción y puede llegar a ser simplemente esporádico o recreativo.

En esta línea, el periódico El Callejero adelantó una serie de encuentros con diferentes poblaciones para abordar el tema y crear de manera colaborativa una serie de campañas con enfoque poblacional. En esta edición traemos una campaña de prevención dirigida a la población migrante que reside en la localidad, la mayoría población venezolana, cuyas condiciones de vida y de estadía en la ciudad son difíciles y adversas por todo lo que implica la misma migración o desplazamiento forzado desde su país. 

Esta campaña cocreada recoge, en esencia, lo que expresaron las y los participantes, el recuerdo de una Venezuela en la que el consumo de drogas era bastante reducido, especialmente en el espacio público, debido a las altas penas y estrictas sanciones. No obstante, no consideraron que el tema fuera un tabú en su país. En este ejercicio la memoria también transitó por todo lo observado en el camino, la experiencia en diferentes sitios, las maneras de nombrar que cambian de un lugar al otro, la resistencia y la resiliencia como ejes transversales de su travesía. 

Esperamos que esta edición sea de interés y que los artículos que van de lo general a lo específico, alrededor de las sustancias psicoactivas, brinden un nuevo panorama sobre el tema desde el ámbito nacional, distrital y local. 

Esta edición también trae una reflexión sobre la importancia de la COP16 y la participación de los pueblos indígenas; un análisis sobre las guerras que han avanzado en Medio Oriente por culpa de la OTAN; algunos retos y desafíos de las administraciones públicas; una mirada sobre lo ocurrido el 16 de agosto en la localidad de Bosa, cuando fueron asesinados dos jóvenes que hacían parte de los colectivos sociales del territorio; por último, las bibliotecas públicas de la ciudad como espacios que motivan y promueven la creación de nuevos colectivos sociales.

No queremos cerrar esta edición sin retomar un fragmento del discurso de posesión de la nueva presidenta progresista de México, Claudia Sheinbaum, quien dio un discurso renovador sobre el pueblo mexicano y sus más importantes representantes, en el que incluyó a las mujeres y a las comunidades indígenas como ejes de transformación y movilización del país. También, se refirió a los principios básicos del Humanismo Mexicano y la Cuarta Transformación: 

• 1. Para que haya prosperidad, debe ser compartida, o dicho de otra forma: por el bien de todos, primero los pobres.

• 2. No puede haber gobierno rico, con pueblo pobre. Esta es una frase de Benito Juárez García, que los gobiernos de la Transformación hacemos realidad y que sostiene que el gobernante debe vivir en la justa medianía, sin lujos, parafernalias o privilegios y que el gobierno no debe ser una carga para el pueblo, a eso llamamos: Austeridad Republicana.

• 3. Los y las gobernantes debemos ser honrados, honestos. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo, ensucia el servicio público. La corrupción debe combatirse por ética y por principios, pero además, como lo hemos visto porque ahí radican los recursos necesarios para el bienestar del pueblo y el desarrollo de la Nación. En pocas palabras, la honestidad da resultados. Además, la autoridad moral es lo más importante y esa no se compra en la esquina, se construye con una sola mística, la de luchar con honradez, todos los días, por un México con justicia, democracia y libertad.

• 4. El principio máximo de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo o regresando a Juárez, con el pueblo todo, sin el pueblo nada.

• 5. Prohibido prohibir. La libertad es esencia de la democracia.

• 6. El desarrollo y el bienestar del pueblo solo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.

• 7. Las mujeres tenemos derecho a la igualdad sustantiva.

• 8. México es un país soberano, independiente, libre y democrático. Queremos la paz y la fraternidad de las Naciones y nos coordinamos, mas no nos subordinamos.

• 9. La política se hace con amor, no con odio. La felicidad y la esperanza se fundan en el amor al prójimo, a la familia, a la naturaleza y a la patria.

• 10. Condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación. No es solo un asunto de tolerancia, es el reconocimiento de que la profundización de las desigualdades llevará siempre a la injusticia. La fraternidad significa, vernos a los ojos como iguales.

Todos estos principios esenciales para conformar un verdadero ideario político, poner por encima al pueblo, buscar la igualdad y la equidad y no caer en las redes de los lujos y la ostentación que son el camino directo a la corrupción. Lecciones que siguen siendo necesarias y que tendrían que aplicarse para conformar una verdadera nación latinoamericana.