Hernando Londoño Aguilera era reciclador y vendedor de corotos en el sector de María Paz, desde hace varios años ejercía su oficio sin hacerle daño a la sociedad, era tan solo un trabajador, de esos que quieren salir adelante a punta de esfuerzo, reciclando kilo a kilo. El pasado viernes 25 de junio, una persona de nacionalidad extranjera lo asesinó al frente de tantos amigos que lo apreciaban.

May era un amigo, un hermano, un hijo, un padre, un tío que ha dejado un gran vacío en las calles del Cartuchin y en las calles en las que nos encontrábamos reciclando todas las noches. May dejó una huella en todas las personas que lo conocimos, en nosotros, en todos sus amigos con los que compartió y que todavía no asimilamos su partida, nos sentimos muy tristes porque sabemos que las anécdotas y los recorridos en el reciclaje quedaron en el pasado, vamos a extrañar su alegría y la felicidad que siempre lo caracterizaba. Sabemos que ahora está en un lugar mejor, quizás allá en el cielo desde donde nos mira y nosotros desde acá siempre lo vamos a recordar, lo llevaremos en nuestros corazones.

Por eso a todos sus familiares, desde El Callejero les expresamos nuestro más sentido pésame y les damos una voz de aliento.