«La localidad Vibra-Verde»     

Un espacio dedicado a mitigar el impacto que la generación de residuos tiene sobre el planeta. 

Por: El Callejero

 

 

En el barrio Carvajal Osorio, justo al lado de la Junta de Acción Comunal, se encuentra el Laboratorio Ambiental Vibra -Verde, un espacio dedicado a mitigar el impacto que la generación de residuos tiene sobre el planeta. Allí hacen el mayor esfuerzo porque todo lo que llega pueda ser reutilizado y transformado. Es un laboratorio, porque además del buen manejo que le dan a los residuos, es un aula ambiental cuyas puertas están abiertas para que la comunidad se acerque, experimente, aprenda y replique sus buenas prácticas, principalmente en el manejo de residuos orgánicos que transforman en abono deshidratado y compostaje que venden, pero que también aplican a su huerta en la que se siembran lechugas, rábanos, zanahorias, cilantro y una gran cantidad de alimentos en medio de la ciudad.

Estuvimos observando esta experiencia para poder comunicarla a nuestros lectores e invitarlos a que se acerquen. Fuimos en la mañana, cuando estaban regresando de la ruta que realizan los días lunes, miércoles y viernes en el barrio Carvajal Osorio y otros aledaños, recolectando residuos orgánicos, ecobotellas y aceite de cocina usado, además iban acompañados por un reciclador de oficio que también recibe el material sólido aprovechable. Cuando llegan del recorrido separan las ecobotellas que posteriormente le entregan a la ARB, para que los paquetes chirrriones se conviertan en casas hechas con madera plástica. El material orgánico que recolectan en la ruta lo disponen en una caneca para picarlo y llevarlo a canecas más pequeñas que se llenan a la medida de cada uno de los deshidratadores solares, que tienen en la parte alta de su sede, en los deshidratadores van disponiendo el material que queda debidamente sellado, gracias al vidrio que absorbe los rayos del sol se genera el calor suficiente (hasta 60 grados centígrados) para que los residuos orgánicos evaporen toda la humedad y así lograr que en tres o cuatro días, todo este material se deshidrate por completo, teniendo en cuenta que diariamente deben moverlo para que el proceso de secado sea total. Después, vuelve a pasar por otro molino para particular aún más el material y así en muy poco tiempo queda convertido en abono deshidratado, que se puede aplicar directamente a la tierra, con todos los nutrientes necesarios. Con este creativo proceso tienen la posibilidad de procesar más de 6 toneladas de residuos orgánicos al mes, y generar un material que puede ser devuelto a la tierra sin producir ningún tipo de contaminación o daño a los seres vivos. Además, hacen compostaje, lombricultura y están desarrollando un nuevo método para que con los mismos residuos orgánicos se pueda generar gas que pueda ser reutilizado en sus procesos. Todo lo que ocurre en este laboratorio es autosostenible, el agua lluvia se utiliza para la limpieza, la luz se genera con paneles solares y cada acción es coherente con su misión de cuidar el medio ambiente.

Vibra – Verde lleva dos años y medio funcionando y trabajando con la comunidad del barrio Carvajal Osorio y otros aledaños, haciendo un proceso de sensibilización y pedagogía para que las personas hagan la separación en la fuente en sus casas y cada día entreguen menos “basura” a los camiones del servicio de aseo.

Una cosa es cierta, es que las buenas ideas y la excelente gestión también tienen rostros e historias de vida de personas que gestionan y que quieren llevar adelante sus proyectos e ideas. En este proceso trabajan cinco personas desde diferentes frentes. Flor Mecon es la presidenta de la Junta de Acción Comunal y quien tiene una mayor cercanía con la comunidad para generar una pedagogía ambiental. Lorena Moreno se encarga de realizar los domicilios y llegar a cada hogar. Eduardo Jara es quien se encarga de la huerta, es una persona de la tercera edad con más de 22 años de experiencia y los apoya en todo el tema del sembrado. Wilson Moreno es el creativo y se encarga de la creación de las máquinas y de ingeniarse cada uno de los procesos y su autosostenibilidad. Yuly Gallego es la manager, está atenta a todo el manejo de las redes sociales y apoya cada uno de los procesos. Yuly nos cuenta que: “Son 6.5 toneladas, en comparación a las 7.500 que llegan a Doña Juana, es un rinconcito chiquitico que no está llegando. Lo más valioso es todo lo que uno le enseña a los chiquitos, porque ellos son los que tienen que empezar a hacer labor, porque llevamos toda la vida haciéndolo mal, ellos son la esperanza para que ahora lo empiecen a hacer de otra manera y lo hagan bien”.

Vibra-Verde es una iniciativa 100% local que requiere el apoyo de todos los habitantes de la localidad de Kennedy y de las instancias de gobierno.

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