«¿Cómo implementar un plan de gestión ambiental?»
Por: Círculo Orgánico
PASO 2
El periódico El Callejero realiza la segunda entrega, con recomendaciones básicas para la implementación de un plan de separación de residuos y disposición final, en instituciones educativas, empresas, urbanizaciones y otros espacios, que promuevan la responsabilidad ciudadana y la participación activa de los recicladores de oficio.
En el número anterior se describieron los diferentes tipos de materiales: orgánico, inorgánico, peligroso y no aprovechable, es importante ceñirse a la Resolución 2184 del 2019, emitida por el Ministerio de Ambiente, para regular el color de las bolsas de basura o las canecas, para garantizar la correcta disposición de los residuos:
- Bolsa blanca: residuos inorgánicos o también conocidos como sólidos reaprovechables (papel, cartón, metal, latas, vidrios, plásticos, PET, tetrapack, entre otros).
- Bolsa verde: residuos orgánicos (hojas, ramas, cáscaras de fruta, residuos de comida, entre otros).
- Bolsa negra: material orgánico o inorgánico que por sus condiciones físicas no se puede reaprovechar o porque no se hizo un manejo correcto para su reaprovechamiento y se mojó o se ensució ( papel higiénico, icopor, servilletas, papeles y cartones contaminados con comida, papeles metalizados, entre otros).
- Bolsa roja: solo cuando sea necesaria para disponer residuos peligrosos (materiales de curación, guantes, gasas, algodones, corrosivos, tóxicos o inflamables).
Una vez se reconocen los residuos y su correcta disposición, es importante generar campañas que inviten y promuevan a la separación en la fuente, que consiste, justamente, en la actividad de seleccionar y almacenar los diferentes residuos sólidos en su lugar de origen, para facilitar su posterior manejo y aprovechamiento.
Así mismo, generar una cadena de aprovechamiento en los diferentes espacios, que garantice la disposición final de cada material y en la que se vea involucrada toda la comunidad.