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«¡Barras! Una vida, un freestyle»

Por: El Callejero

 

 

El periódico El Callejero tuvo la oportunidad de hablar y entrevistar a Jon­nathan Fajardo, director del documental ¡Barras! una vida, un freestyle.

¿Qué los motivó a hacer este recorrido por la historia del freestyle en Bogotá?

Si bien sabemos, el freestyle hoy en día es una tendencia a nivel mun­dial, nosotros decidimos realizar este documental para que la gente lograra reconocer cómo inicia en Bogotá, esto nos remonta, más o menos, a la década del 80 y del 90. Lo que logramos identificar es que aquí se dan diferen­tes cambios y se adapta de una manera distinta a lo que ocurrió en otros países.

 ¿Qué hace distinta la historia del freestyle en Bogotá?

Principalmente la forma en la que fue adap­tado de una manera que no se ve hoy en día, la gente asume que siempre ha sido como las bata­llas. Si bien, en Estados Unidos sí tenían esta tendencia que era como una tiradera hacia otras personas, acá en Co­lombia se adaptó de una manera más de círculos conscientes, donde se re­unían un grupo de amigos y entre ellos lo que hacía era rimar sobre diferentes situaciones o problemáti­cas, hablando de concien­cia, de cosas positivas, más no se entraba en una tiradera con otra persona como en otros países. Acá no, acá cuando se adaptó el freestyle en esa época era más como un espacio para disfrutar de rimar una persona con otra.

¿Se mantiene algo de esa di­ferencia en el freestyle que se hace actualmente en Bogotá?

Cuando llega Red Bull a Colombia a hacer las batallas de gallos, la dinámica cambia y las personas que participa­ban se dan cuenta que ya no es igual, que ya entran a tirarte a ti como indi­viduo y se genera una confrontación a través de rimas en el escenario. Lo que pudimos documentar es que muchas personas que venían de esa época deciden que no es lo de ellos porque tenían otra perspectiva, ya era un fre­estyle en el que se involu­craban cosas personales y no de lo que se hablaba en esa época.

¿Por qué el nombre del docu­mental, qué significa barras?

Barras es una rima en doble sentido. En el frees­tyle hay diferentes termi­naciones, una es el punch, otra es el flow y otra son las barras, una rima que dice dos cosas y en do­ble sentido. El freestyle es una vida, pasó de ser un hobby y hoy en día ha cambiado a muchas per­sonas que vienen de abajo y luchan para posicionar­se y estar donde están.

¿Quiénes estuvieron a cargo de la realización de este docu­mental?

Nosotros como or­ganización tenemos un fuerte en este tipo de pro­cesos, hace algunos años ya habíamos realizado un documental que narraba la historia del hip hop en la localidad de Kennedy, de cómo inició en los años 80. Desde ahí dijimos, hagamos este proceso investigativo, documen­témoslo y expongámoslo a la gente. El director soy yo, la investigación estu­vo liderada por Lorena Grajales, la cámara fue de Kevin Caicedo y el asis­tente de cámara fue Luis Henao, la organización que lideró el documen­tal fue Punch Out, sien­do una idea del colectivo Bogo Rap y Soundriver, estas tres agrupaciones fueron las que lo hicieron posible, colectivamente. Se tuvo un apoyo para el lanzamiento del do­cumental en el cine, por parte de Better Than Mu­sic, la proyección se rea­lizó en Cinépolis VIP del Centro Comercial Plaza Claro, creo que es el pri­mer escenario del cine al que llega algo de freestyle y es el primer documental de freestyle en Colombia.

En el documental aparecen personas que marcaron la historia del freestyle como son: Cale­to, Kriska, Tinta Tintero, Zkirla, Pacheco, JBeat, Nazo, Ñko, SR Kamo, entre otros, recopilamos casi quince entrevistas de personas que también ha­cen parte del documental, esos son los actores que salen entrevistados y cu­yos relatos se organizan a partir de un hilo conduc­tor que va documentando los inicios, los cambios, los espacios y la industria que se comienza a crear desde el freestyle.

¿Cómo fue el lanzamiento?

Después de reco­rrer varias salas de cine, decidimos elegir la de Cinépolis VIP porque necesitábamos un esce­nario adecuado para esta proyección y queríamos eso, que el espacio fuera ameno, diferente y que realmente pudiéramos llegar a una sala de cine. Fue algo que tuvo un gran impacto, se invitaron a medios de comunicación, a personas que hacen parte del freestyle y a las personas que hicieron parte del documental. No fue algo abierto o masivo, queríamos hacer una pri­mera proyección como algo exclusivo.

¿Van a volver al cine o donde se puede ver el documental?

La siguiente proyec­ción va a ser en la Cine­mateca Distrital, la fecha como tal no la tenemos todavía, estamos en ese ajuste de cronogramas. Queremos generar pos­teriormente otro proceso de proyección muy gran­de para después poder ponerla en diferentes pla­taformas de streaming. Por ahora, esperamos que esos dos espacios de pro­yección sean abiertos a todo el público.

¿Cómo podemos invitar a la gente a que se acerque a ver el documental cuando esté en proyección o en plataformas digitales?

Lo más importante para nosotros es que la gente se entere que es el primer documental de freestyle en Colombia y aparecen muchas perso­nas que vienen haciendo escena en Bogotá y en el país. Queremos que la gente se instruya un poco de cómo está el freestyle, de lo que viene pasando y de la proyección que tiene a futuro. También mostrarle a la gente que el freestyle no parte de Red Bull, sino que ya estaba aquí en Colombia desde hace muchos años.

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