De acuerdo con el Ob­servatorio de Mujeres y Equidad de Género de Bogotá, la violencia en contra de las mujeres si­gue desatada, desde el mes de enero de este año, cerca de una decena de mujeres son asesinadas mensualmente en la ciu­dad, siendo Kennedy la segunda localidad con mayor cantidad de femi­nicidios, después de Bosa.

Pero la violencia no se queda allí, para quie­nes consideran que las ci­fras son bajas, solamente entre enero y febrero se presentaron más de 700 casos de delitos sexuales, siendo Kennedy la que más casos registra. Hasta el mes de abril se registra­ron cerca de 3.000 casos de lesiones personales en contra de las muje­res, siendo nuevamente Kennedy la localidad con más casos, y en lo que va corrido de este año, entre el mes de enero y el mes de abril, 7.043 mujeres han denunciado casos de violencia intrafamiliar, siendo la localidad más afectada Ciudad Bolívar, seguida de la localidad de Kennedy. Es decir, que la vulneración a los dere­chos de las mujeres está desatada, desafortuna­damente solo se prenden las alertas y se escuchan los pronunciamientos de las y los gobernantes cuando una mujer es ase­sinada en las condiciones más atroces.

Estos datos deberían, efectivamente, prender las alarmas en localida­des como la de Kennedy, donde a pesar de la gran cantidad de fondos que se invierten en realizar proyectos que se suponen en favor de las mujeres, también debería pensarse en la necesidad de un es­pacio público seguro, de unas condiciones de vida digna, de mayor acceso al empleo y de apoyo a las mujeres en la informali­dad, muchas de ellas ma­dres cabezas de familia. Un llamado a hacer un buen uso de los recursos públicos, para que no se gasten solamente en cam­pañas, sino en la mejora de las condiciones de vida de las mujeres y en accio­nes concretas que permi­tan disminuir los índices de violencia.