«El Mandato Popular Regional»

Por: Luis Eduardo Tiboche

 

 

No cabe duda que, sin la movilización social permanente, los logros que pretende el gobierno progresista de Petro serán cada día más una ilusión, que se irá esfumando en medio del afán del diario vivir y las angustias del pueblo de a pie.

Varios factores atentan contra los avances sociales que pretende el cambio, cada uno con su propio contexto, pero si no los vemos de manera integral, las tareas y acciones políticas desde abajo serán más complejas y escabrosas.

Una ultraderecha y derecha totalmente desembozada, que está utilizando sus medios de comunicación como arietes contra el gobierno y en últimas contra el pueblo. Todo tipo de mentiras y tergiversaciones son el cotidiano de medios como Semana, El Tiempo, Blu Radio y todo el conglomerado mediático. A veces, también, desde gobierno ayudan algunos funcionarios por “ingenuidad” o porque son definitivamente enemigos encubiertos o camuflados que desnudan sus intereses y posturas de clase.

El Estado luce paquidérmico para asumir el cambio y tiene en sus funcionarios de carrera un palo en la rueda para las transformaciones; burócratas, tecnócratas y yupis de todo tipo pululan en las oficinas de los ministerios y en el aparato de gobierno en general, todos ellos sin calle, sin entender realmente las dinámicas sociales de los hombres y mujeres de a pie.

Este escenario está atravesado por la “contienda electoral”, la cual sigue siendo un paupérrimo espectáculo por donde se le mire. Un Pacto Histórico, que al menos en la ciudad de Bogotá, tiene el riesgo de perder la alcaldía a manos de la derecha. Desde los ediles que nada o casi nada aportan a la construcción de una nueva sociedad y que, además, son cómplices por acción u omisión del despilfarro de los recursos de los territorios locales en manos de todo tipo de contratistas, mediocres e ineficaces en sus diversas líneas de contratación. Y podemos revisar el papel de los concejales, arrodillados casi todos o sin poder para oponerse a los dictados de los poderosos que convirtieron a la ciudad en un escenario de sus grandes negocios en el presente, pero más hacia el futuro (vale la pena ponerle el ojo al grupo Probogotá y el tema de ciudad metropolitana) con un personaje funesto como ha sido Claudia López y su consorte, quienes han convertido a la ciudad en el peor moridero del mundo y en la ciudad de la poli sombra, claro desde el poder del partido Verde. Poco se puede esperar de quienes aspiran a repetir o a llegar al Concejo, impuestos a dedo por personajes como Dussan o el eterno Argote, un vulgar politiquero, además de otras joyitas del mundillo electorero.

Y lo que nos corresponde

Como se planteaba al principio de esta nota, es desde la organización popular y su permanente movilización en donde iremos encontrando los caminos para ponerle el sur a estos tiempos.

En nuestra sociedad, en donde la exclusión social impuesta por las élites en el poder desde hace décadas ha conducido a la pauperización y el hambre de grandes sectores poblacionales, negándoles el derecho al alimento con dignidad hemos asumido desde los Comités Populares por la soberanía alimentaria la tarea de diseñar estrategias en una relación directa con las diferentes organizaciones de base que contribuyan a minimizar y solucionar el hambre en los sectores en donde ella azota con mayor rigor. Con la construcción cotidiana desde las organizaciones populares vamos identificando rutas y propuestas para la solución de estas necesidades.

Estas rutas contemplan etapas de solución inmediata, de mediano y largo plazo, e implican, entre otras, las siguientes acciones:

  • A través de las ollas comunitarias, la reactivación de los comedores comunitarios y las canas- tas familiares para apoyar y coordinar, hasta donde sea posible, el suministro de alimentos a las poblaciones en hambre.
  • Fortalecer a la organización social en este campo, que permita de manera ágil, participar en la dirección y ejecución de la misma, a través de mecanismos como las alianzas público populares.
  • Realizar alianzas estratégicas con las organizaciones campesinas y productoras en la cuenca para potenciar el suministro de alimentos, además, fortalecer y/o crear centros de acopio que permitan desarrollar economías de circuitos cortos con menor impacto de huella ambiental y garantizar mayor frescura del alimento.
  • Diseñar y contribuir a implementar estrategias de mediano y largo plazo que avancen en la reconversión agroecológica de las producciones campesinas de la ruralidad, lo cual redunde en la salud y bienestar de la naturaleza y de las comunidades.
  • Desde la articulación de los agroecólogos y agricultores urbanos territoriales, incidir en su articulación al abastecimiento y educación en torno a los alimentos.
  • Diseñar e implementar estrategias de educación popular sobre los consumos y la salud en el marco de la soberanía alimentaria.
  • -Realizar acuerdos sociales con las comunidades que reciben el alimento, por su estado de desprotección para que asuman un compromiso social y cultural de transformación, cuidado y protección del territorio común.

Esta caminada por diferentes geografías en estos meses de aprendizaje y fortalecimiento de la organización social, nos conduce hacia el ENCUENTRO REGIONAL POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA, escenario en el que haremos entrega a los gobernantes del orden nacional y distrital de la Ruta de Acción por la Soberanía Alimentaria de las Comunidades, articulada desde el Programa Hambre Cero del Plan de Desarrollo Nacional.

Invitados todos a seguir construyendo desde EL SUR gobernanza y poder popular en soberanía alimentaria.

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