Es innegable que la decisión sobre por quien votar se centra en problemas que se perciben como graves, gracias a que volvieron a ser el eje central de los titulares de los medios masivos de comunicación, uno de ellos la seguridad. Nuevamente, el sistema en su definición más amplia juega a la misma estrategia de hace más de 20 años, estrategia que funciona para posicionar a la derecha, siempre aliada con las fuerzas militares y quien controla a los medios, y en contra de la izquierda, que adolece de control militar y mediático y que se ve abrumada por los titulares y el sabotaje continuo.

La creación del enemigo mediático es una estrategia de vieja data en Colombia, en los últimos meses se ha centrado en hacer sentir que hay un gobierno que genera un desequilibrio institucional y para lograrlo toman cualquier variante que por una u otra razón se salga de lo habitual, por ejemplo, el alza o la baja del dólar, la reacción inmediata a catástrofes naturales, la confianza inversionista, entre muchos más. Bajo esta falsa premisa se construyen hoy en día los debates, tampoco estamos diciendo que tenemos las ciudades más seguras del mundo, pero no puede ser que siempre ad portas de las elecciones, las ciudades y el país se conviertan en una especie de distopía, una ciudad gótica generalizada.

En Bogotá no ha habido un solo debate a la altura de lo que requiere la ciudad, entre risas sindicatos y gremios se centran en sus necesidades particulares y los medios e incluso las universidades repiten uno tras otro las mismas preguntas ¿Cómo resolver el tema de la seguridad?, ¿Cómo combatir la delincuencia? ¿Cómo desmantelar a las bandas que operan? Las respuestas son tan trilladas como las preguntas, aumentar el pie de fuerza, construir una mega cárcel, tener más tecnología, poner a funcionar las cámaras, ponerle luz a los postes; a la postre las mismas de siempre, además en boca de una serie de personajes que históricamente han demostrado su capacidad de pasar por encima de los derechos humanos.

Resalta, quizás, el enfoque centrado en la educación que propone Gustavo Bolívar, que no debería estar solo basado en el inglés; las propuestas educativas no deben venir de arriba hacia abajo, sino que se deben trabajar con las comunidades y se deben brindar ofertas académicas que respondan a los contextos, no a la demanda global, necesitamos generar aquí mismo las oportunidades con un enfoque comunitario y territorial.

El llamado es a recordar que todos los candidatos y las candidatas son lobos disfrazados de ovejas, son afables y cercanos durante los dos o tres meses de la campaña y después se encierran en sus oficinas a mandar y a pasar por encima de la ciudad. Basta solo con recordar lo que han sido estos largos años con Claudia López a la cabeza, un gobierno disfrazado de verde que dejó a Bogotá sumida en la contaminación y a un sur desolado en el polvo y el negro de las nuevas obras públicas, que además propició graves afectaciones a los derechos humanos desde la mala gestión durante los estallidos sociales que ocurrieron desde el año 2019 y ni hablar de la falta de empatía durante la pandemia. Lo que quiere decir que, en contra de muchas afirmaciones, las elecciones populares nos tocan de manera directa, en nuestra vida cotidiana y en la calidad de vida que podemos tener. Aquí lo importante es no dejarse llenar los oídos de promesas, sino más bien, hace un trabajo juicioso de investigación sobre la trayectoria, las ideas y las propuestas concretas de cada candidato, por fuera de los debates que se convierten en una especie de juego de personeros, en el que gana, entre aplausos, el que esté en la capacidad de crear más promesas y quimeras en menos tiempo.

En esta edición del periódico El Callejero se abordan diferentes temas de interés político como las funciones de los concejales, los avances en el Acuerdo Nacional, el enfoque de comunicación para el cambio social que se debería comenzar a evidenciar desde el gobierno y las herramientas que entrega la JEP a las instituciones educativas. También se plantean temas ambientales como la huerta Nucanchi Llacta y los mitos del Plan Parcial Bavaria; así como temas culturales centrados en la importancia de la Biblioteca Pública El Tintal y los cineclubs de la ciudad; para cerrar con temas de enfoque educativo en los que se aborda la importancia del pregrado en Comunicación Social y Periodismo en la Universidad Distrital y la trascendencia del juego en la primera infancia y la infancia.

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