«Editorial»

Por: Silvio Ruiz Grisales 

 

Este 1 de marzo del año 2021 se conmemoró una fecha más del Día Mundial del Reciclador, con actos en todo el planeta. Hubo movilizaciones en África, Asia, América Latina y Europa; en algunos países las actividades se hicieron a través de reuniones virtuales por la pandemia y las cuarentenas.

 En Colombia, la conmemoración del Día Nacional del Reciclador se realizó en las calles, en lucha, en marcha, en protesta y exigiendo el cumplimiento de los derechos otorgados por la Corte Constitucional. Con mucha gallardía los recicladores, hombres y mujeres, salieron decididamente a las calles, con las medidas básicas de protección y bajo el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, para dejar claro que somos miles de familias recicladoras. En Colombia más de 60.000 familias de recicladores viven de la actividad del reciclaje y en Bogotá más de 24.000 familias.

La conmemoración se realizó en memoria de los recicladores masacrados en Barranquilla el 1 de marzo de 1992, pero también reclamando las modificaciones al Decreto 596 que, si bien es cierto, fue hecho para que los recicladores avanzaran en su proceso de formalización y para tener el derecho al cobro por el servicio prestado, también tiene aspectos que afectan profundamente a los recicladores. Así mismo, preocupa la intervención arbitraria y la cacería de brujas que está ejerciendo la autoridad que debe velar por la supervisión de la prestación adecuada del servicio, la Superintendencia de Servicios Públicos, la cual está sancionando con el aplazamiento y solicitando reversión de toneladas cargadas al sistema. Lo que impide que las organizaciones de recicladores le puedan cumplir a sus asociados con el pago de la tarifa del servicio público que ya prestaron los recicladores, con argumentos que no son técnicamente comprobables y que más bien parecen intentar sofocar económicamente a las organizaciones y socavar socialmente la estructura organizativa y social.

Queremos creer que esa no es una estrategia para sacar a los recicladores de oficio de su trabajo y abrirle cancha a quien sabe qué intereses económicos superiores, multinacionales o nacionales, que quieren, ahora que los recicladores conquistamos la tarifa y el servicio público de aprovechamiento, venir oportunistamente a tratar de ganarse, sin tener en cuenta que los derechos que se han ganado los recicladores han sido resultado de más de 80 años de lucha y de trabajo gratis para la sociedad.

Este 1 de marzo, como lo muestran las notas de este periódico, fue todo un acontecimiento, que demuestra que los recicladores siguen en pie de lucha, que la organización se fortalece y que de manera simultánea en todo el país y en varios países de todo el planeta hubo movilizaciones. Un abrazo desde la Asociación Nacional de Recicladores, desde la Asociación Colombiana de Recicladores, desde la Asociación de Reciclado- res de Bogotá y desde las organizaciones de base, los recicladores y los líderes que salieron este 1 de marzo a las calles.

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