En Colombia, estudiantes, docentes, transportadores, obreros y gran parte de la comunidad ha tomado la decisión de parar e interrumpir sus actividades cotidianas, para exigir una mejora a sus condiciones laborales y de bienestar.

El paro se realiza y se mantiene porque la mayoría de los colombianos están cansados del maltrato y el abandono del gobierno. Este paro nacional no es espontáneo, su gestación inició el 21 de noviembre del 2019, pero su alumbramiento se vio aplazado por la pandemia, las cuarentenas y los toques de queda que obligaron a las personas a permanecer en sus casas, sin tener ni siquiera la posibilidad de trabajar y con el miedo al virus, que infundieron los medios de comunicación y los medios oficiales.

Así, el inconformismo quedó en espera, y el gobierno se imaginó que todo había pasado. Pero el pueblo siguió acumulando toda la tensión y el estrés de la falta de ingresos y la incapacidad para suplir las necesidades básicas que siguieron aumentando día a día, ante la mirada desinteresada del Estado que no hizo nada para aplacar el hambre de sus ciudadanos. Por el contrario, sus estrategias se concentraron en buscar los mecanismos para obtener mayores ingresos a través de la reforma laboral, la reforma tributaria, la reforma a la salud; el alza a los combustibles, a los peajes, al sueldo, pero de los congresistas y a las exageradas pensiones de una clase privilegiada.

En la pandemia y mientras la gente cumplía con las medidas que se dictaban a nivel nacional, en silencio, los ciudadanos vieron como aumentaba la pobreza, la desprotección a los líderes sociales y el abuso de autoridad.

Pero dice el refrán, tanto va el agua al cántaro hasta que se rompe y pudo más el descontento social que el miedo al virus. En medio del tercer pico de la pandemia y con el registro más alto de muertes diarias debido al Covid-19, la ciudadanía eligió salir a las calles, porque también le tenía miedo al hambre y a la miseria que iban a provocar las reformas que el gobierno esperaba aprobar. Hoy, 14 días después de iniciado el paro nacional, los marchantes, los jóvenes, las mujeres, los hombres, los niños piden que todo se solucione en beneficio del pueblo colombiano, que se respeten los derechos humanos y que cese la horrible noche de asesinatos y desapariciones.

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