«Hágalo Real: El Trébol es Nuestro»
Por: Andrés Felipe Forero
En la actualidad, El Trébol desarrolla actividades culturales, artísticas y educativas con niñas y niños, jóvenes, adolescentes y adultos de la comunidad a partir de una práctica pedagógica fundada en los contextos y teniendo como referentes las prácticas sociales de la comunidad. A partir de ideas como: “Hágalo real”, “Llenar la universidad de barrio” o “Sembramos comunidad” se fortalecen los lazos afectivos, las redes de apoyo entre los vecinos y los jóvenes que habitan el sector, la participación activa de la ciudadanía y aporta a la democratización de la cultura en sectores de la población que han sido desprovistos históricamente de ésta.
Hágalo real
El proyecto HÁGALO REAL: El Trébol es nuestro (2021) tuvo el propósito de contribuir a la reactivación artística de la ciudad, promover la articulación de espacios de encuentro, fortalecer el tejido social y el reconocimiento del otro a partir de la reflexión sobre el sentido de El Trébol como un posible espacio cultural “referente simbólico significante” y como espacio político o espacio público “de formación y expresión de voluntades colectivas, de representación del conflicto y del acuerdo” (Barcelona, 2012), todo esto mediante procesos de creación colectiva e intervención pictórica en los muros que alguna vez fueron testigos de violencia pero que hoy son refugio de arte y esperanza.
La primera actividad que se realizó fue: “El Trébol una casa de-construcción”, que consistió en un espacio de formación sobre el contexto histórico del territorio, la fundación de la casa y las memorias vivas que allí habitan. Con ayuda de herramientas audiovisuales se desarrolló un taller sobre el Proyecto de Vivienda Social Ciudad Techo, la fundación de Corabastos y la Creación del Barrio Ciudad de Cali como un proceso de urbanización pirata. Además, se realizó un ejercicio de cartografía memorial y charla sobre anécdotas e historias individuales del lugar. El propósito fue desarrollar un proceso de territorializacion desde la creación e investigación sobre el pedazo.
La segunda actividad, “Rayemos El Trébol, es nuestro”, fue un ejercicio de formación pictórica a partir de ejercicios de dibujo, collage y pintura que intentaban presentar la historia del Trébol y la importancia de este lugar para el barrio y la ciudad. En esta actividad participaron tanto artistas del sector como de otras localidades de la ciudad: el Colectivo Tinta Rosa, Andrés Forero, Hereje, Andrés Roballo, Alice Blue, Zure, Dars, NYC Crew, Kiddo, Crew pornografik (Loup, rebelión y nadie), Bengy (Endémico Andino), Tatiana Saavedra (Colectivo Atempo), los 90 Crew, tangara.arte, además de amigos, vecinos y algunos líderes comunitarios del sector como Fredy, la Señora Gaby, Tatiana Fernández, entre otros. Esta actividad se constituyó como un laboratorio de experimentación donde se construían imágenes que presentaran o ilustraran sus historias del territorio construido comunitariamente.
Por último, en la tercera actividad “Intervención pictórica” se presentó de forma pública el boceto creado de forma colectiva por los y las artistas y líderes de la comunidad, realizado a partir de las memorias y experiencias recogidas en las actividades anteriores. Este espacio tuvo como objetivo intervenir pictóricamente la estructura física de la Casa Cultural el Trébol de Todos y Todas y la firma de un compromiso amplio de conservación y cuidado, incentivando la apropiación y resignificación del lugar, además de visibilizar a través de imágenes los procesos sociales y formación que allí ocurren.
Todo aprendizaje es un proceso donde interiorizamos el mundo exterior. Cuando resolvemos acercarnos a la cultura a través de las imágenes decidimos interpelar, cuestionar, transformar y construir el mundo desde este lenguaje. Por el contrario, cuando pensamos en la acción de crear suponemos que es un proceso a través del cual se exterioriza el mundo interior, donde expresamos esa singularidad que nos hace ser nosotros mismos. En coherencia con lo anterior, los procesos de aprendizaje y con ellos los procesos creativos son siempre dialógicos: Es imposible aprender sin crear o, dicho de otra forma, es imposible crear sin aprender e interpelar el mundo.
Las intervenciones gráficas y pictóricas, en el contexto de este proyecto, son el resultado de un proceso de formación en el que la comunidad legitima y participa de la intervención a través de escucha activa, la participación democrática y la experimentación con lenguajes propios del arte, esto con el objetivo de consolidar imágenes que los representen como colectividad, fortaleciendo y visibilizando los procesos sociales y formativos que allí se desarrollan.