«¿Hay arte y cultura en Colombia?»

«El arte es magia liberada de la mentira de ser verdad”
Theodor Adorno

Por: Jhon Andrés Zumba 

 

Como medios de expresión, el arte y la cultura definen los rasgos más identitarios de cada nación, son, además, las armas más poderosas ante la calamidad, las herramientas que el Estado debería llevarle a las comunidades, como formas diferentes de sobrellevar una crisis como la actual.

Sin embargo, durante esta pandemia hemos sido testigos de cómo las artes y la cultura no han sido tenidas en cuenta. En tiempos pandémicos y de confinamiento los artistas deberían ser el principal actor de interlocución con las comunidades, para sobrellevar estos tiempos tan difíciles, por el contrario, el sector artístico es uno de los más perjudicados, olvidados e ignorados por el Estado.

Las artes escénicas en Colombia han sido menospreciadas y pisoteadas generación tras generación, por los gobiernos, lo que no permite que el sector se fortalezca ni a corto ni a largo plazo. Los encargados de administrar los recursos culturales en el país tienen un método de competición entre los artistas para poder distribuir los recursos, pero esto deja en desventaja a muchos de ellos por la forma en la que se configura el acceso a estas convocatorias.

Se evidencia que siempre los ganadores tienen un alto nivel educativo, mientras que artistas con un nivel de formación menor pierden este tipo de oportunidades por no tener las herramientas suficientes para desarrollarlas. Estos recursos podrían ser repartidos más equitativamente para que todos los gremios artísticos y culturales pudieran tener acceso a ellos y beneficiar un mayor número de personas, sobre todo a aquellos artistas que han tenido menos oportunidades de formación.

Todo esto se podría cambiar si se invirtiera en educación igualitaria, así la competencia sería más justa y se plantearía en las mismas condiciones para artistas callejeros, independientes, medianas, pequeñas y grandes compañías culturales.

Estas condiciones de competencia desigual, sumadas al desfinanciamiento por parte del Estado, tienen en estos momentos al arte y la cultura al borde del colapso, porque no se ha hecho, por parte de las entidades gubernamentales, un plan de contingencia para el sector artístico. Al parecer, a los encargados de los recursos no les interesa o no tienen la voluntad política para no dejar desaparecer el arte. Es evidente que su interés se concentra en el beneficio de las grandes empresas y en que la “economía”, como ellos hablan, sea restablecida para el bien de pocos, no tienen en cuenta que el arte debe hacer parte de una sociedad madura y desarrollada, el arte se debe contar como un bien de primera necesidad.

La pregunta es ¿Hasta cuándo tenemos que esperar para que el Estado se de cuenta que las artes y la cultura son un pilar esencial para el entorno social y el desarrollo de una idiosincrasia sana? El arte no es un juego ni un pasatiempo, es una forma de vida, de la que dependen muchas personas en Colombia, de ahí parte la exigencia al Estado para que el arte sea realmente una prioridad.

Seguimos en la lucha diaria y no dejaremos que nuestras familias y comunidades dejen de respirar esto que se llama arte colombiano.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Estas sin internet en este momento!

Nos gustaria enviarte todos nuestros contenidos digitales y periódicos quincenales, tan solo debes dejarnos tus datos y siempre recibirás en tu correo el contenido!