La Mesa de Diálogos entre el gobierno y el ELN culminó su reunión extraordinaria en Caracas el 22 de abril. Las partes acordaron reunirse del 20 al 25 de mayo en la capital venezolana para firmar el primer punto de la agenda: Participación de la sociedad en la construcción de la paz. Es decir que, Venezuela, país garante y sede de este proceso, pese a las 937 medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos, persiste en ofrecer su territorio para la solución política del conflicto en Colombia.

Finalizada la reunión, el senador Iván Cepeda accedió a responder varias preguntas in situ para los medios alternativos Lucecitas de Maíz y Rueda Suelta, en las cuales reconoce la unidad de mando y representatividad que tiene la delegación de diálogos. Incluso, Vera Grabe e Iván Cepeda publicaron un comunicado donde solicitan al presidente Gustavo Petro tomar decisiones sobre el diálogo regional de paz con el Frente Comuneros del Sur en Nariño, por ser una situación “jurídica y políticamente inviable”. 

Presentamos la siguiente entrevista con el objetivo de pensar en colectivo un lenguaje constructivo, apostar por soluciones alternativas a la crisis en el marco de los acuerdos alcanzados y, más que nunca, con el objetivo de reconfigurar la esperanza.

Entendemos que hay un clamor del pueblo nariñense por el cese multilateral y por el diálogo regional de paz con todos los armados en el territorio, también hay una política departamental y nacional al respecto ¿Cuáles son los elementos principales de la crisis actual alrededor del diálogo regional de Nariño?

Hay una situación particular que atañe a varios factores. Uno, tiene que ver con algunos problemas internos del Ejército de Liberación Nacional, que nosotros respetamos y sobre los cuales no voy a hacer comentarios. Otro, es que hay una voluntad expresa del pueblo nariñense de construir una agenda por la paz en el territorio y también una disposición del gobierno por apoyar esa agenda. Así que, estamos en medio de esas contradicciones y, obviamente, en el mejor espíritu para buscar resolverlas, de tal forma que, de una parte, se dé ese proceso en el territorio, pero por otra, que la Mesa de Diálogos Nacional continúe desarrollándose con todo éxito y fortaleciéndose.

¿La delegación del gobierno considera que la delegación del ELN representa el conjunto de la organización o le da crédito a las voces que aseguran que esta guerrilla no tiene unidad de mando?

No tenemos elementos para decir que no es una delegación representativa. Voy a poner un ejemplo: El cese al fuego que hemos adoptado, ha sido pactado con esta delegación y, hasta donde hemos podido constatar, si bien puede haber aspectos que han sido objeto de distintas comunicaciones y denuncias de eventuales infracciones, hay un cumplimiento global del compromiso. Así que, hechos como este demuestran que estamos negociando con una organización que tiene unidad de mando. Ahora, como toda organización, más en las circunstancias que estamos viviendo hoy en Colombia, hay contradicciones y problemas en los territorios. Eso no se puede ocultar.

Si uno lee la entrevista que Otty Patiño concedió hace poco a La Silla Vacía, se puede interpretar que el gobierno prefiere varias negociaciones regionales que una sola nacional ¿Es así?

No, en el caso del ELN existe un solo proceso de diálogo y de negociación, que está instaurado en la Mesa de Diálogos, y cuenta con la presencia de la delegación del gobierno y del ELN. No existe ningún acto administrativo, ninguna decisión que pueda ser mostrada como ambivalente en este campo. Así que, bueno, hay peticiones que se han hecho como la de una acción de desminado humanitario por parte de una estructura del ELN, o que dice serlo, y ahí hay un proceso, pero no hay una doble negociación.

¿Cuál estrategia o propuesta trae el gobierno para superar la crisis? ¿Es posible o viable que se articule este diálogo regional a la Mesa Nacional a través de los mecanismos que ya tienen?

Esa es una propuesta que hemos hecho, y que es parte de un acuerdo. Ahí, hay que desarrollar un proceso de zona crítica. Pero, estamos lidiando con esa crisis y con todo lo que representa. Yo soy en esto muy cauteloso, así que no hago comentarios que puedan generar, digamos, ruidos, problemas internos en la negociación. Vamos a avanzar en dialogar para resolver.

Es decir ¿Sí es viable que ese movimiento civil, social, que está en Nariño clamando por el cese al fuego multilateral y ese diálogo regional con todos los armados se incorpore en el Comité Nacional de Participación?

Sin duda, es más, deben hacerlo, porque eso no está en negociación. Que el gobierno respalda a la ciudadanía, a las comunidades para avanzar en los procesos de participación, pero también en las transformaciones, no está en discusión. Lo que tenemos es que avanzar decididamente en ese proceso.

¿Qué significa que haya habido hoy un comunicado de la Mesa de Diálogo para esta zona, es un avance para el desarrollo de las zonas críticas?

A nuestra voluntad decidida por buscar que se proteja a la población, a los líderes comunitarios y sociales, y se garantice su participación. Es más, no van a ser solamente comunicados, hemos dicho que vamos a hacer una acción en el territorio, ambas delegaciones. Regresando a Colombia una de las tareas más urgentes es esa.