«La JEP sigue aportando verdad al país»

Más allá de la penalización, la búsqueda de la JEP se centra en satisfacer los derechos de las víctimas a la verdad. 

Por: Karen Carvajal

 

 

La Jurisdic­ción Espe­cial para la Paz (JEP) es el compo­nente de justicia del Sis­tema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, creado por el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP. La JEP tiene la función de administrar justicia transicional y co­nocer los delitos cometi­dos en el marco del con­flicto armado, antes del 1 de diciembre de 2016.

Más allá de la pena­lización, la búsqueda de la JEP se centra en satis­facer los derechos de las víctimas a la verdad. En general, aportar verdad plena, como se solicita a las personas compare­cientes, implica relatar de manera exhaustiva y detallada las conductas cometidas, las circuns­tancias de la comisión, in­formación sobre quienes participaron en ellas y las formas en que lo hicieron, entre otros aportes que constituyan información suficiente y necesaria para conocer responsa­bilidades y garantizar los derechos de las víctimas.

Para que esto real­mente se pueda lograr, el compromiso de quienes son comparecientes debe materializarse. Pero no solamente a través de de­claraciones u oficios, sino también en la expresión de iniciativas y actitu­des congruentes con los derechos de las víctimas; que contribuyan a recom­poner las condiciones de comunidades afectadas por décadas de conflicto; y, en general, que contri­buyan en el cambio de las condiciones que per­miten que el conflicto se mantenga.

Hace pocas semanas la JEP le dio una nue­va oportunidad al exje­fe paramilitar Salvatore Mancuso y aunque al mo­mento de publicar esta edición no ha terminado de comparecer y de ha­cer aportes a la verdad, lo que ha dicho hasta ahora ha causado menos im­pacto del esperado, dada la dimensión de sus de­claraciones. La mayoría de los grandes medios ha hecho apenas la tarea de retransmitir la transmi­sión en vivo y ceñirse en sus notas a transcribir lo afirmado. En muchos otros casos se ha abier­to la tribuna para que se controviertan, desde el primer momento, estas declaraciones.

Lo cierto es que, cua­tro años de hacer trizas la paz ha desdibujado el im­portante aporte que sigue haciendo la JEP a una paz estable, duradera y con garantías de no repeti­ción, desde la defensa de la verdad y la reparación de las víctimas.

En estas primeras audiencias lo que se bus­ca es poder identificar si efectivamente hay volun­tad de aporte a la verdad. Como se planteó en la misma metodología de la audiencia “Salvatore Mancuso hace uso de la última oportunidad que tiene para poder ingresar a la Jurisdicción Espe­cial para la Paz, en don­de deberá cumplir con su promesa de verdad, hasta ahora no contada sobre el paramilitaris­mo. Mancuso es uno de los hombres que puede aportar más información para esclarecer el capítu­lo del paramilitarismo en Colombia, para lograrlo el excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia debe hacer aportes presentes, efecti­vos, suficientes y además novedosos a la verdad, Mancuso no puede repe­tir lo que ya se sabe. Du­rante los cuatro días de diligencia ante la sala de definición de situaciones jurídicas de la JEP deberá superar el umbral de ver­dad alcanzado en 18 años de investigaciones, tanto en justicia y paz como en la justicia ordinaria”, ex­presan.

Lo que ha dicho has­ta ahora es estremecedor y refuerza el ya conoci­do accionar del parami­litarismo en Colombia. Hasta el momento ha denunciado los vínculos con la fuerza pública, la vinculación de impor­tantes sectores políticos del país en su conforma­ción y financiamiento, el apoyo a las campañas de expresidentes, el accionar en contra de defensores y defensoras de derechos humanos, así como líde­res y lideresas sociales, aportó datos concretos sobre el asesinato de Jai­me Garzón, así como in­formación relacionada con desaparición forzada.

Se espera que expre­se la estrategia de conso­lidación política y social con la que logró que se conformaran nexos con funcionarios públicos y civiles que en su ma­yoría poseían un capi­tal político.

Es importante hacer un llamado a la sociedad civil para que escuche, observe y reflexione so­bre este tipo de escena­rios, que están dados para las víctimas que sufrieron y padecieron la violencia, pero también para un país que ha tenido que atrave­sar épocas de terror. La verdad, como se plantea en los lineamientos de la misma JEP no está hecha para generar controver­sia sino para esclarecer y brindar herramientas que permitan entender por qué ocurrieron los he­chos. Si el país no se da la oportunidad de entender, probablemente estará condenado a seguir repi­tiendo su historia y a caer nuevamente en las causas estructurales de la guerra.

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