«Libros libres»
Por: Biblioteca Popular de la Resistencia
Desde el mes de junio, los medios de comunicación tradicionales iniciaron una fuerte campaña de desprestigio en contra de las acciones que se venían adelantando en el Portal de las Américas, posteriormente denominado como Portal de la Resistencia. Esta campaña fue tan perversa, que dejó el sinsabor de que todas las personas que se encontraban en el Portal estaban ligadas al expendio de estupefacientes, campaña desafortunada porque desconoce la persistencia de múltiples expresiones artísticas, culturales y comunitarias que brindaron el acceso al arte, a una zona de la ciudad, históricamente privada de él.
La Biblioteca de la Resistencia llegó al Portal el 28 de mayo, sobre su inicio nos contó uno de sus fundadores: “Pusimos un trapito donde empezamos a traer más libros, más fanzines y más material independiente de algunos parceros de editoriales emergentes. La propuesta tuvo bastante acogida y nos juntamos con otras personas que trabajan en la Feria de Libro Independiente Autogestionada, la FLIA, en la cual también algunos de nosotros hemos participado. Lo que hicimos fue hacer un lanzamiento oficial de la biblioteca, generando un espacio de recolecta de libros, de recolecta de insumos y sobretodo lo más importante, de junta de voluntades. A partir de ahí ya somos Biblioteca Popular Resistencia, ya contamos con un poco más de logística, con mucho material bibliográfico y con bastante material independiente, fanzinero, gráfico, con material para la creación que también es algo importante y transversal para que la gente pueda decir, ´hombre yo necesito un papel porque quiero decirle algo a este gobierno, que se me queda corto en palabras y necesito dibujarlo o colorearlo´. Lo que queremos hacer es que esto que se nos ha negado pueda llegar a todo el mundo, por eso nos pensamos la biblioteca en unas llantas. Ahorita estamos en un carrito de mercado, la idea es tener un triciclo, por qué no un carro, por qué no un bus. Pero lo importante siempre, sea cual sea la rueda es que nos movamos hacia las personas”. Y así fue, día a día los vimos con sus trapitos extendidos en el suelo, para ubicar una gran diversidad de libros, también un bello carro de mercado adaptado para exponer fanzines, publicaciones e incluso títeres, una carpa que consiguieron días después y un telón inmenso que avisaba a la distancia que allí se encontraba la biblioteca de la resistencia.
Con los días fueron llegando más y más personas, que ya sabían que en ese espacio podían encontrar múltiples formatos para leer, también llegaron niños a compartir juegos y palabras; cuando el rigor de la violencia fue sacando a muchos artistas del espacio, la biblioteca resistió y también sus asiduos visitantes, niños, jóvenes, vendedores informales, habitantes de calle, todo el que se quisiera unir. Los compañeros y compañeras de la biblioteca tenían una explicación muy sencilla para el éxito de este particular espacio: “Que vivan los libros libres siempre. Para acceder a un libro en una biblioteca pública, si tienes un costal al hombro pues no tienes acceso libre allá y paila no tienes la posibilidad de acceder a un libro. Pero si el libro está tirado en el piso, si el libro está al nivel tuyo, si el libro también está un poquito puerco, si el libro también está ahí, entonces está al alcance de todos y mucho mejor si viene de la mano de una charla, de la mano de un oído. Nosotros somos intermediadores, intermediamos entre la persona que viene y lee y el libro, y nosotros en esa función lo que hacemos es, como lo más bonito siento yo, poder decirle a la gente que acá puede ser escuchado, es bienvenido y acá no es otro allá, acá no es esa sociedad que los ha rechazado, acá no esa sociedad que les ha dicho no pueden leer, que no pueden aprender, porque acá hay de todo para todos, también la intención de la biblioteca es esa, que haya material diverso, porque también intentamos romper paradigmas, desde la estructura del libro tradicional”.
La cultura es libre y de libre expresión; por lo tanto, la iniciativa de la Biblioteca Resistencia Popular, es loable y digna de respeto y admiración.
Atte.
Uno que poco lee, que mucho dice, pero poco hace…!