Las medidas preventivas generadas por el Covid-19, venían provocando preocupación a los diferentes sectores económicos, tanto así, que en las últimas cuarentenas que vivió la ciudad, a principios de año, la desobediencia y la confrontación con las autoridades de gobierno fue evidente. Cuando comenzó la movilización social el desacato a las medidas se recrudeció y la Alcaldía Mayor tuvo una respuesta bastante simple, dado que no podía imponer el cumplimiento de las medidas, entonces las levantó por completo, medidas como el pico y cédula, cuarentenas sectorizadas y aislamientos preventivos. Cuando la ciudad llegó a una ocupación UCI del 95% la alcaldesa decidió comenzar la reactivación económica, lo que nos tiene desde hace casi tres meses en una meseta de más de 10.000 casos de contagios al día y una tasa de mortalidad que diariamente supera el centenar.

La preocupación es alta en una ciudad que estructuralmente no se preparó para la reapertura, los buses siguen totalmente llenos en todo momento, los trancones se duplicaron por las obras que se adelantan, lo cual hace que la gente permanezca mucho más tiempo en estos espacios cerrados, muchas veces sin ventilación porque no fueron adecuados. Las aglomeraciones en bares y restaurantes también se han hecho evidentes, así como en locales comerciales y en espacios públicos, en las filas para los centros de salud o para reclamar las ayudas sociales no se respeta el distanciamiento social. Adicional, desde el 8 de julio comenzaron las jornadas de alternancia en todos los colegios públicos y privados de la ciudad, instituciones con más de 5.000 estudiantes en instalaciones que muchas veces presentan problemas de ventilación o en su servicio de agua, solamente esta semana comenzaron a aparecer videos en los que se podía ver a los estudiantes sin distanciamiento social y sin llevar correctamente los implementos de protección como el tapabocas.

La única esperanza en la actualidad es la efectividad de las vacunas. En Bogotá el pasado miércoles 14 de julio comenzó la etapa 5 de vacunación, para personas entre los 35 y 39 años de edad, con las vacunas disponibles que hay en la ciudad que son: Astrazeneca, Sinovac y Janssen. A la fecha, en la ciudad se han aplicado más de 4 millones de vacunas, ahora bien, la operación no está totalmente asegurada, dado que el gobierno le adeuda miles de millones de pesos a las a las entidades encargadas de la vacunación en Bogotá.Después de la decisión de la alcaldesa Claudia López, el 27 de junio del presente año, de prohibir “aglomeraciones” en los portales de Transmilenio, la biblioteca no pudo retornar a este espacio que ahora solo habitan los agentes de policía, sin embargo, su tarea continúa y su trasegar por los diferentes territorios está más vivo que nunca.