«Manos a la olla»

El Mandato Popular en marcha

Por: Luis Eduardo Tiboche

 

 

El pasado mes de diciembre se cerró el primer ciclo de Encuentros Territoriales por la Soberanía Alimentaria. Encuentros que alrededor del fogón, desde el compartir del alimento y de la palabra diversa de las comunidades, fortalecieron la construcción del Mandato Popular de la ciudad y de los territorios cercanos. Mandato que fue refrendado por la ciudadanía y las organizaciones sociales en el gran banquete del Encuentro Regional para la Soberanía Alimentaria que se realizó el 16 de diciembre en el colegio INEM Francisco de Paula Santander.

El caminar en estos meses de la mano de las comunidades nos permitió ratificar que la política alimentaria del gobierno está desconectada de los barrios, de los territorios locales y que, efectivamente, no llega a las cuadras y, por consiguiente, en  los territorios el hambre crece.

Igualmente, entendimos y aprendimos que la participación de las comunidades es profundamente limitada e inexistente a veces, y que, por lo tanto, no existe una participación real en el diseño, ejecución y vigilancia de la política pública en torno al alimento, política que lleva un poco más de 15 años en “funcionamiento”.

Que son las comunidades, quienes, desde los diversos entramados están construyendo cada día la Soberanía Alimentaria como un derecho de los pueblos a definir sus maneras de producir, de alimentarse, de construir y fortalecer las culturas en torno al fogón, a la olla comunitaria, pero también a definir sus propias políticas de producción y distribución.

Esta construcción social y política, desde las comunidades, se opone y empieza a entender que la Seguridad Alimentaria, que en últimas es la política de los gobiernos, no basta. Que no basta un plato de comida, si desconocemos su origen y la cultura de las comunidades campesinas que la producen, la memoria natural y social de los territorios de donde proviene; ese concepto esconde todo esto y propicia la ganancia de los capitalistas a nivel global, convirtiendo el alimento en una simple y vulgar mercancía.

El alimento en el centro de la gobernanza de los territorios

Las comunidades humanas fueron aprendiendo de la naturaleza, de los brotes, de las semillas y del agua. Se fueron “ordenando” en torno a las mismas, ordenamiento que el modelo de producción capitalista desbarató en gran parte de la geografía del planeta. Hoy, en este cuarto de hora que como sociedad tenemos, el cual, sin embargo, se va agotando rápidamente, el territorio y el alimento nos permiten establecer acuerdos colectivos desde las comunidades hacia el gobierno nacional.

Acuerdos que se deben convertir en líneas políticas y acciones para trabajar conjuntamente por el derecho a la alimentación de las mismas comunidades, acuerdos que deben pasar por el debate y la orientación de los recursos de lo público, administrados por el gobierno, que privilegien la soberanía y la autonomía de las comunidades en los territorios; autonomía que pasa, entre otras, por avanzar hacia modelos agroecológicos de producción desde y en el fortalecimiento de las economías familiares campesinas y el desarrollo de las economías populares comunitarias.

El Mandato Popular Regional en Soberanía Alimentaria

Como las líneas de política pública en soberanía alimentaria deben subir desde los barrios y desde los entramados sociales; los que se manifiestan en acciones en torno a los fogones, a las ollas comunitarias, a la recuperación e implementación de los comedores comunitarios y escolares manejados por las comunidades; a las tiendas y abastos comunitarios; a la estrecha relación con los campesinos de las ruralidades de la ciudad y los territorios cercanos a la misma; a la transformación de la agricultura urbana hacia puestas de agroecología con incidencia en el abastecimiento de las comunidades.

Estas acciones y muchas más en un ejercicio de mediano plazo constituirán la base para los Acuerdos Territoriales, mediante el fortalecimiento de los Comités Populares de Soberanía Alimentaria que conduzcan a construir Consejos Territoriales de Soberanía Alimentaria, en diálogo permanente con las instancias de gobierno, en donde las organizaciones sociales de las comunidades potencien y desarrollen la lucha por el derecho al alimento y contra el hambre en los territorios.

El Mandato Popular Regional será el motor político de este gran acuerdo social regional con los gobernantes hacia la Soberanía Alimentaria y el derecho que tenemos las comunidades a Vivir Sabroso en un país de la Vida.

1 comentario en “Manos a la Olla”

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