«Una agenda de género para la localidad»

Por: El Callejero

 

Astrid Daza Gómez es edilesa de la localidad de Kennedy, feminista, lideresa social, activista por los derechos humanos, en este gobierno ha liderado iniciativas a favor de la equidad de género y en pro de una agenda que reconozca el papel de la mujer en la sociedad: “Esta sociedad en general y el sistema político en particular sufre de Ginopia, muchos hombres no dimensionan que las mujeres existimos, que tenemos voz propia, que hemos logrado la mayoría de edad y podemos autodeterminarnos”, afirma. En los últimos años en Colombia la agenda para la equidad de género se ha tomado diferentes instancias de gobierno y ha tenido que enfrentar visiones machistas y retrógradas como la del congresista Gabriel Vallejo, del Centro Democrático, quien hace unos meses criticó la paridad de género en la justicia; en la localidad de Kennedy también han ocurrido discusiones similares, Astrid nos contó que el mes pasado se discutió el proyecto de acuerdo para la creación de una comisión de equidad para las mujeres en la JAL de Kennedy: “Un debate supremamente agresivo, donde dos ediles de la localidad cambiaron tres de los cuatro artículos que propuse, haciendo modificaciones de fondo para quitarle peso político a la comisión, limitando la autonomía de las edilesas. Les parece extremista que una de las nueve comisiones de la corporación esté compuesta solo por mujeres”, aseguró. Tuvimos la oportunidad de hacerle algunas preguntas sobre los proyectos a nivel local y distrital que tienen enfoque de género y esto nos respondió:

¿Cuáles son los proyectos que en la actualidad tienen enfoque de género en la localidad?

Con esta administración las mujeres ganamos espacio en los procesos de desarrollo local, pasamos de tener una asignación de $20.000.000 anuales, en el marco del proyecto del Buen Trato de la localidad, a tener tres líneas de gasto con destinación específica para las mujeres en términos de: Sistema local de cuidado, Prevención de violencias y feminicidio y Formación política a mujeres. Lo que permitió un crecimiento exponencial de los recursos destinados a estos proyectos, gracias a la participación activa de las organizaciones y procesos organizativos liderados por mujeres de la localidad, que le apostaron a los presupuestos participativos. Veníamos de dos administraciones que no invirtieron en proyectos de mujeres. En este período se logra más de $14.262.000.000 para el cuatrenio, y nos pone el reto de fortalecer los procesos territoriales, de impactar en los sectores donde más se denuncian las violencias contra las mujeres y sin duda fortalecer los liderazgos políticos de las mujeres en la localidad.

La movilización social de las mujeres permitió posicionar proyectos específicos en otros sectores, que van a contribuir en la transformación de imaginarios sexistas, especialmente en áreas artísticas y deportivas, frente a la construcción de paz y la participación ciudadana.

Durante los debates del plan de desarrollo local en la JAL se lograron incorporar los diferentes enfoques del Plan de Desarrollo Distrital en términos poblacionales, diferenciales, de género, enfoque ambiental, territorial, de participación ciudadana y construcción de paz. Por primera vez, tenemos un plan de desarrollo que abre un espacio de concertación con los grupos étnicos; que reconoce el desarrollo inequitativo del territorio; que retoma el trabajo con los medios de comunicación alternativa de la localidad; tenemos una hoja de ruta muy interesante para estos cuatro años, que va a dinamizar procesos organizativos de y gestión territorial.

¿Qué se está haciendo en la actualidad desde las instancias de gobierno para disminuir la violencia en contra de las mujeres?

Bogotá desarrolla acciones a través de la Secretaría Distrital de la Mujer en la Línea de Prevención y Atención a Mujeres Víctimas de Violencia, cuenta con veinte casas de Igualdad de Oportunidades, que prestan sus servicios de atención psicosocial y asesoría jurídica con enfoque de género y diferencial, manejan la Línea Púrpura como una línea de mujeres que escuchan mujeres y cuentan con una estrategia de Casas Refugio que acogen a mujeres víctimas de violencia con medida de protección porque está en riesgo su vida. El año pasado implementaron una estrategia de denuncia a través de almacenes de cadena como Justo y Bueno, D1, entre otros. La Alcaldía Local de Kennedy el año pasado implementó una campaña de Mujeres seguras que permitió llegar a barrios de las UPZ más afectadas por las violencias contra las mujeres, con oferta institucional articulada, a través de la Casa de la Justicia Móvil.   

Junto a las Alcaldías locales, la Secretaría Distrital de la Mujer, la Policía Nacional, Fiscalías, Comisarías de familia y Organizaciones de Mujeres se llevan a cabo los Consejos Locales de seguridad para las mujeres donde se hace seguimiento a la situación de violencia contra las mujeres.

En la JAL se han llevado a cabo varias sesiones de control político a las violencias contra las mujeres y la prevención de los feminicidios, donde diferentes entidades nos presentan informes de la implementación de las rutas, así como la oferta institucional para la prevención atención y sanción de las violencias.  

Teniendo en cuenta las cifras que ha entregado el DANE sobre el desempleo en las mujeres ¿Qué está pensando la administración actual para promover una reactivación económica con enfoque de género?

En términos generales, hay varias discusiones pendientes que tienen que ver con la división sexual del trabajo, que excluyó durante mucho tiempo a las mujeres de la generación de ingresos, que ha mantenido a muchas mujeres en la informalidad y en condiciones de pobreza, por asumir la responsabilidad de las labores de cuidado; Los estereotipos de género se convierten en un factor de exclusión de las mujeres del sistema laboral cuando se encuentran en edad reproductiva, por tener hijos menores o ser acosadas en sus trabajos, al igual que persisten las brechas salariales entre mujeres y hombres. 

En el marco de la pandemia se incrementa el desempleo de las mujeres a un 24%, frente al 12% de los hombres, por los estereotipos de género, las responsabilidades del cuidado y la falta de oportunidades que afecta significativamente a las mujeres. 

En Bogotá, la administración está implementando estrategias que permitan mitigar el impacto social y económico en la vida de las mujeres y sus familias, un programa importante es Bogotá local, que oferta empleos por tres meses a personas de las localidades, haciendo énfasis en mujeres jóvenes, adultas y mayores de 50 años. Es un proyecto específicamente de inclusión económica, que busca generar ingresos a vendedores informales, personas desempleadas, jóvenes, etc. Llama la atención la cantidad de personas que se inscriben a estas convocatorias y la expectativa que generan de continuidad, particularmente personas jóvenes que, a pesar de haber realizado estudios profesionales, este es su primer empleo, lo cual da cuenta de un problema social más amplio.

Por otra parte, a través de la tropa social la administración está identificando 21.000 familias con jefatura femenina en condiciones de pobreza para vincularlas a diferentes programas sociales, entre otros al ingreso mínimo garantizado, sin embargo, existe un reto significativo para la reactivación del sector productivo que permita dinamizar a economía. Por eso desde los partidos de oposición al Gobierno nacional se viene promoviendo la renta básica, para incrementar la capacidad adquisitiva de las familias, a la fecha son muchos los emprendimientos han tenido que cerrar o reinventarse por problemas económicos, estamos hablando que la informalidad creció 10 puntos porcentuales a nivel nacional al superar el 50%, que más de 840.000 personas quedaron sin empleo y 45% de la población se encuentra en condiciones de pobreza.

¿Qué opina del encuentro del movimiento feminista que se reúne este mes en la ciudad de Honda?

Yo celebro este Encuentro Nacional Feminista para respaldar dos candidaturas de mujeres a la presidencia del país, Colombia está en mora de avanzar en la profundización de la democracia, nos han mal gobernado hombres todo el tiempo y cuando una mujer gobierna como en el caso de Bogotá, todos los malos gobernantes están dispuestos a criticarla, a inventarse revocatorias y a cuestionarla, porque no hace, lo que ellos fueron incapaces de hacer. Las mujeres en el escenario político somo vistas como ciudadanas de segunda categoría, los partidos políticos alternativos y no alternativos privilegian las candidaturas masculinas y las practicas excluyentes de las mujeres.

Por eso es tan transgresor el movimiento Estamos Listas de Medellín, que ante la negativa de los partidos políticos de incorporar mujeres en sus listas, con excusas como: a las mujeres no les gusta la política, no están preparadas, no se arriesgan etc. Estamos listas logró consolidar una lista mayoritariamente femenina, con mujeres interesadas en hacer política electoral y con vocación de poder, que pone en el centro del debate la agenda feminista de ciudad, que evidencia, que no solo nos gusta, sino que estamos cansadas de la forma como nos tratan en nuestros partidos políticos y recibir fuego amigo de nuestros compañeros de partido.   

En la agenda feminista se posicionan temas fundamentales para el país como: la importancia de implementar el Acuerdo de paz, la defensa de la vida y sus manifestaciones, el cuidado del ambiente, la lucha contra el extractivismo, un enfoque de desarrollo que reconoce los territorios y dignifica la vida de sus habitantes, el sistema nacional de cuidado, la reforma rural integral, la protección de los espacios del agua y de la vida, prevención de violencias etc.

El movimiento feminista en Colombia, en el siglo XX, tuvo logros significativos en términos económicos, educativos, políticos, legislativos. Sin embargo, falta mucho camino, Colombia ha mantenido una postura conservadora frente a otros países de la región, fuimos el penúltimo país de América Latina en adoptar el derecho al voto para las mujeres, y los partidos políticos se han resistido al tema de la paridad, las cuotas en Colombia han sido a cuenta gotas, hasta la reforma al código electoral del año pasado se habló de paridad, y se incluye el tema de la violencia política como una práctica que menoscaba la representación política de las mujeres, con violencia simbólica, basta ver los comentarios que hacen de las dos candidatas presidenciales que asistieron a la convención para entender que la mezquindad de muchos hombres en la política ven nuestra participación en estos escenarios.  

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