El periódico El Callejero tuvo la oportunidad de dialogar con Filemón Guetocue, quien además de ser el director de Radio Pu’yaksa, hace parte de la guardia indígena del Cauca y es un miembro activo de su comunidad en el municipio de Inzá, en la región de Tierradentro. Con él dialogamos sobre la situación que vive hoy la población civil, que queda nuevamente en medio de los enfrentamientos entre diferentes actores armados, que vienen desarticulando el trabajo de las comunidades.

Como territorios indígenas compuestos por dos asociaciones, Asociación de Autoridades Consejo Territorial de Pueblos Indígenas Juan Tama del municipio de Inzá y la Asociación de Autoridades Ancestrales Territoriales Nasa Çxhãçxha, del municipio de Páez, ambas conformamos la zona de Tierradentro, al oriente del departamento del Cauca; hoy, vivimos una ola de violencia por los actores armados al margen de la ley que, por supuesto, vienen en contra de la guardia indígena, pues nosotros nos hemos convertido en los enemigos, ya que ellos buscan intimidar y de esta manera controlar el territorio; nosotros como actores de paz no hemos permitido la presencia de estos actores armados en nuestro departamento del Cauca, mucho menos en los territorios indígenas, que nosotros mismos nos encargamos de controlar y vigilar. Esa es la situación que estamos viviendo aquí en Tierradentro y más, últimamente, durante estos tiempos en los que se vuelve a tallar esa guerra que afecta a toda la población tanto indígena, como campesina y a todos los sectores sociales. Esta guerra nos está absorbiendo debido a los actores armados que no quisieron ser parte del diálogo de paz y nuevamente generan una ola de violencia en nuestro departamento. 

Como guardias indígenas hemos identificado a los actores armados que generan, lo que nosotros acá llamamos, habitualmente, como las desarmonías, son tres actores armados que se están disputando el territorio, y cuya mera presencia ya genera zozobra y miedo. Es claro que la intención de estos ataques es la toma del poder, la ocupación de los territorios, y también el hurto de los vehículos y a los comerciantes.

Como comunidad hemos pensado y accionado asegurando cada uno de los territorios, en conjunto con la comunidad, la guardia y las autoridades indígenas. Porque, de lo contrario, si nos descuidamos, estos actores ilegales se meten en nuestros territorios y es muy complejo sacarlos, como decimos nosotros, nos tocó blindar la casa grande en donde convivimos todos en hermandad. También, hemos vuelto a tomar los puntos de control y a hacer los recorridos en cada uno de los territorios en donde nosotros convivimos. 

Frente al reclutamiento de niños, niñas y jóvenes, estas acciones las hacen por medio de incentivos, invitándolos a que hagan parte, sabemos que están llegando a las sedes educativas, a las y los niños más necesitados, de bajos recursos y los están utilizando para el consumo de la guerra. Les prometen un buen pago, un buen sueldo, cuando inicia el proceso, como para animarlos, para que sigan en esa guerra absurda. Pero ya metidos en el cuento, lo que hacen es lo que nosotros decimos, los cogen de carne de cañón, ni siquiera los entrenan bien y de una los ponen en combate. Por eso, hoy por hoy, en el Cauca tenemos muchos menores de edad que han sido asesinados entre actores armados, algunos los recupera la fuerza pública y los ingresa al Bienestar Familiar, otros se entregan. Pero entre tanto, los demás, los que sí han sido reclutados, los que no han querido salir de esa guerra, pues lastimosamente como Guardia nos ha tocado ir a recogerlos para que podamos sembrar sus cuerpos en nuestra madre tierra. 

Consideramos que para nosotros la violencia no es el mejor camino, por el contrario, ese es el centro de la guerra y por lo tanto, de ninguna manera en nuestros territorios aceptamos la llegada de los actores armados para que generen violencia, miedo y zozobra a toda la población, a toda una comunidad. Dejamos el mensaje y hacemos nuestra presencia en los puntos estratégicos de cada uno de los territorios, como parte de nuestro sentir en su defensa y estamos comprometidos con la protección de nuestros territorios ancestrales, por lo tanto hacemos el llamado a los jóvenes a que hagan parte de nuestro proceso organizativo y que no hagan parte de los grupos armados, de esta manera, resaltamos la importancia de pensar en el futuro de cada uno y en la protección de su familia y la comunidad. ¡Compañeros han caído pero no nos vencerán porque por cada indio muerto otros miles nacerán!