«Abudineados»
Por: Laura María Rodríguez
La creatividad expresiva de los colombianos resalta en todos los niveles de la lingüística, desde la sonoridad de cada uno de los dialectos regionales, hasta las múltiples piezas léxicas que creamos y a las cuales dotamos de significado, así como las expresiones completas, frases hechas, dichos y refranes. Somos una cultura de la oralidad, nos encantan los juegos de la retórica, las exageraciones, los retruécanos, las comparaciones y las metáforas. Justamente, hace unos días, apareció en nuestro vocabulario un nuevo término “abudinar” o “abudinear” que plagó las redes sociales y las charlas amenas entre amigos. Incluso, un osado usuario de las redes decidió escribirle un mensaje a la Real Academia Española de la Lengua (RAE) preguntándole en qué contexto podrían usarse ambas palabras, a lo cual la RAE respondió en un principio que no se habían documentado tales términos y después respondió que sí: “Documentamos las formas “abudinar” y “abudinear” en textos de redes sociales como verbos de reciente creación, usados en el habla popular de Colombia con el sentido de: robar, estafar”. El término se creó conjugando creativamente el apellido de la exministra de las TIC Karen Abudinen, quien se vio involucrada en un escándalo, por la pérdida de $70.000 millones de anticipos del contrato con la Unión Temporal Centros Poblados, para conectar a 7.468 colegios en las zonas rurales de 15 departamentos del país.
En esta ocasión, el escándalo no se quedó únicamente en la discusión mediática. Los colombianos, los medios de comunicación y los partidos de oposición pusieron el dedo en la llaga e insistieron tanto en la gravedad de la situación, que el 3 de septiembre del 2021, la ministra fue citada a moción de censura por la oposición, liderada por los congresistas León Fredy Muñoz y Katherine Miranda. La gravedad de los hechos fue expuesta por los congresistas citantes, quienes en sus respectivas ponencias dieron a conocer los problemas que hubo desde la apertura de la concesión, en la cual se presentaron una serie de irregularidades que terminaron beneficiando a la Unión Temporal Centros Poblados, que logró la adjudicación de una de las zonas del contrato, a pesar de no tener experiencia en el tema de tecnología, ni conectividad. Posteriormente, a mediados de junio cuando estalló el escándalo se dio a conocer que las pólizas y las garantías bancarias que había entregado Centros Poblados eran falsas y que, a esa fecha, más de seis meses después no se evidenciaba ningún avance en el contrato. Ante los hechos, los congresistas fueron enfáticos al afirmar que, aunque probablemente no era la ministra quien se había hecho a los millones de pesos, su mala gestión, seguimiento y control al contrato había facilitado la pérdida de los mismos.
Dada la presión mediática, el pasado 9 de septiembre la ministra Abudinen presentó su renuncia. Sin embargo, el coletazo de la renuncia y de la pésima gestión del Ministerio les llegó a los medios de comunicación, a quienes, haciendo uso del novedoso término, les abudinearon los recursos, después de estar cerca de un año recogiendo papelería, cotizaciones y escribiendo proyectos para su reactivación.
La convocatoria fue la 001 del 2021, desde el mes de diciembre del 2020 se había socializado como la gran inversión del gobierno en la reactivación de los medios de comunicación, fuertemente golpeados por la pandemia: “Esta convocatoria da cumplimiento a lo establecido en el artículo 105 de la Ley 2063 de 2020. Está dirigida a los medios de comunicación colombianos a fin de financiar la implementación de proyectos para apoyar su transformación digital y su fortalecimiento en cualquiera de las etapas del negocio; contribuyendo así, en su reactivación económica”. Las críticas no se hicieron esperar, al mencionar que el citado proyecto terminaría afectando la imparcialidad de los medios al recibir recursos del gobierno. No se sabe si fue por eso o porque realmente hay una grave crisis en los medios de comunicación, pero de los más de 2.000 medios que se esperaba que se presentaran, solo participaron 354, muchos de los cuales eran medios impresos, radiales, de televisión y TIC comunitarios y alternativos. La cuestión es que desde hace rato la convocatoria venía presentando irregularidades, como el incumplimiento de los tiempos, publicación de adendas de prorrogas en la entrega de resultados y un primer informe de evaluación, en el cual, según MINTIC, ninguno de los medios de comunicación logró cumplir con la totalidad de los requisitos solicitados. Después de la subsanación y más de un mes de prorrogas en la entrega de los resultados, el pasado 10 de septiembre el Ministerio publicó la resolución 01599 de 2021 en la cual cancelaba la convocatoria a partir de una serie de explicaciones, entre las cuales la más recurrente fue el incumplimiento de los medios con una convocatoria que según MINTIC, 354 medios de comunicación de alta, media y baja trayectoria no tuvieron la capacidad de interpretar. La resolución suena a excusa y hasta el momento no es claro el porqué de la cancelación de la convocatoria, si la ministra se enojó y se llevó la pelota o le podríamos preguntar al gobierno ¿Por qué el Ministerio de las TIC se abudineó los recursos de los medios de comunicación?