
«Como mujeres nos ha tocado empoderarnos»
Por: El Callejero
Las mujeres representan la mitad de la población en Colombia, pero su contribución económica o laboral está por debajo de la mitad, el pago a su trabajo es menor y las posibilidades de ascenso en las jerarquías organizacionales no es frecuente. “Las mujeres se incorporan al mercado laboral en condiciones de desventaja: mayor desempleo, segregación e informalidad”, corrobora el informe Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia publicado por la Organización de Naciones Unidas y el DANE en el 2020. Los datos y las cifras que entrega el informe no son alentadoras, se menciona por ejemplo que, la probabilidad para un hombre sin escolaridad de ser parte de la fuerza laboral es el doble que la de una mujer con el mismo nivel educativo.
En el documento Caracterización población recicladora 2020 entregado por la Unidad Administrativa Especial de Servicios públicos (UAESP) y de acuerdo con el Registro Único de Recicladores (RURO) el 42% de la población recicladora está compuesto por mujeres. Estas cifras concuerdan con las anteriores de Naciones Unidas, en las que se destaca que las mujeres tienen que buscar espacios de informalidad para tener acceso al trabajo, no obstante, en el proceso de formalización de las organizaciones recicladoras, eso que en un principio se define como trabajo informal, con el tiempo brinda otro tipo de oportunidades de formalización para estas mujeres recicladoras, como en el caso de Paula Vargas, quien hace parte de la Asociación Colombiana de Recicladores GAIAREC. “Desde la edad de 13 años, hace 22 años estoy orgullosamente en el gremio del reciclaje. Soy madre cabeza de familia, de mi dependen económicamente mis hijos. Yo empecé en las calles, GAIAREC me recogió, el gremio me recogió y empecé a escalar y a escalar y hoy en día soy la supervisora de GAIAREC”, afirma.
Cabe resaltar, además, que una de las cabezas visibles del gremio del reciclaje también es una mujer, Nohra Padilla, quien ha encabezado la lucha por condiciones dignas para la población recicladora y por su inclusión en el esquema de aprovechamiento en condiciones de igualdad. Aunque no se puede afirmar aún que exista un modelo inclusivo de mujeres en el reciclaje, hay algunas condiciones como el trabajo flexible y un alto nivel de adaptabilidad que lo facilita. Sin embargo, los riesgos están latentes, el tener que recorrer las calles, solas, en la noche, hace que las probabilidades de acoso y de violencia se incrementen.
En Bogotá, en el sector de Bosa, Porvenir, se encuentra la Asociación de Mujeres en el Reciclaje Una Opción Digna, su líder es Ana Isabel Martínez, una mujer que no solo ha sido importante para el gremio reciclador sino para toda una comunidad. “Claro, como mujeres nos ha tocado empoderarnos para que nos tengan en cuenta y estar en nuestra labor, hemos tenido muchos peligros en las calles, pero sin embargo hemos salido adelante”. Ana Isabel inició con ASODIG hace más de 25 años. “Nosotros hemos logrado una permanencia en el oficio, inicialmente éramos 15 mujeres y ahora somos 105 recicladoras asociadas a la organización”. Las mujeres que la acompañan, los hombres que se han vinculado a esta asociación de mujeres y toda la comunidad son un ejemplo de lo que las mujeres representan en el gremio reciclador, una gran fuerza de cambio y una lucha por la defensa por los derechos de los y las recicladores de oficio.