El pasado domingo 19 de septiembre se rea­lizó en el parque de la Biblioteca El Tintal un evento político del Par­tido Verde en apoyo a la candidatura de Antonio Sanguino. El periódico El Callejero aprovechó el espacio para hacerle algu­nas preguntas al senador con relación al gobierno de Claudia López:

¿Cuál ha sido el control político que le ha hecho el Partido Verde al gobierno de Claudia Ló­pez?

La ciudad de Bogotá tiene un Plan de Desa­rrollo que fue aprobado por el Concejo de Bogo­tá y que fue el programa de gobierno que votaron los bogotanos cuando eligieron a Claudia, en representación de una coalición entre el Partido Verde y el Polo Democrá­tico. Claudia ha hecho realidad ese programa de desarrollo con una cir­cunstancia excepcional, la llegada de una pande­mia, que alteró todas las agendas públicas y que afectó el ejercicio de go­bernabilidad nacional y territorial. Aun así, Clau­dia y la administración distrital intentaron res­ponder y reaccionar de la mejor manera posible a esta circunstancia nue­va para todo el mundo. Claro que hay equivoca­ciones. Claro que se ne­cesita un control político permanente, tanto desde el Concejo como desde el Congreso. Debe ser ade­más un control proposi­tivo, un control para ayu­dar a mejorar el ejercicio de gobierno de la ciudad. Claudia ha tenido que en­frentar también el estalli­do social que se presentó a propósito del Paro Na­cional de este año, que tuvo una violación masiva a los derechos humanos, por parte principalmente de la fuerza pública, como una de sus características más importantes, ella y la administración han querido comprometerse con la Comisión Intera­mericana de Derechos Humanos y con la con­tención de esos hechos de violencia y también con la denuncia de esas vio­laciones que han venido cometiendo miembros de la fuerza pública.

¿Qué piensa sobre la medida de militarización de Bogotá para contra­rrestar los problemas de inseguridad?

Sobre la militariza­ción, a mí personalmente no me gusta, yo creo que la seguridad de la ciudad debe estar en manos de la fuerza pública, de la poli­cía y además Bogotá nece­sita recuperar un concep­to de seguridad humana y de seguridad ciudadana, que sobretodo prevenga conflictos y enfrente los fenómenos de inseguri­dad con una perspectiva distinta. En Colombia y en Bogotá la seguridad se ha deteriorado, principal­mente por la responsabi­lidad del Gobierno Na­cional, el presidente Iván Duque se propuso hacer trizas el procesos de paz, el Estado no llevó inte­gralmente a los 170 muni­cipios PDET, que eran 170 municipios que deberían haberse convertido en te­rritorios de paz, en virtud del acuerdo, y lo que pasó fue que allí se instalaron 33 enclaves criminales que están conectados con mercados criminales de las grandes ciudades, el problema de seguridad de Bogotá es el mismo de in­seguridad en Medellín, en Cali, en Barranquilla, en Bucaramanga, en Cúcuta, en Pereira, el problema de la seguridad es un pro­blema nacional y el presi­dente se está lavando las manos y está descargan­do la responsabilidad, no solo en Claudia, sino en todos los alcaldes.