Este nuevo número del periódico El Callejero se presenta como una edición especial denominada Series Ambientales, con las que queremos implementar dos ejercicios: el primero, es recurrir a las antiguas estrategias de publicidad que respondían a la publicación de contenidos coleccionables que se distribuían periódicamente y que vinculaba nuevos públicos a los medios de comunicación. En segundo lugar, la intención es hacerlo con un objetivo consciente, en el que no entregamos objetos que propicien la posterior generación de residuos, como solía pasar con juguetes o figuras coleccionables, sino que entregamos semillas y lo más importante, semillas nativas recolectadas en el mismo territorio.

Con esta propuesta también esperamos se aporte a la divulgación de contenidos ambientales sobre la localidad de Techotiba, desde la visibilización de experiencias y procesos de colectivos ambientales, agroecológicos, agroculturales y comunidades indígenas que día a día luchan por la defensa del territorio. También esperamos aportar desde la creación y difusión de contenidos científicos e informativos asociados a las semillas que se seleccionaron, lo que permite tener una mirada sobre la función pedagógica que cumplen los medios de comunicación comunitarios. Función que se ve reflejada en varias etapas como lo son los contenidos, pero también los procesos de formación en germinación, los recorridos por la localidad y el trabajo con las organizaciones y colectivos.

Consideramos que la estrategia de las separatas nos ayuda a diversificar contenidos y a generar una propuesta que sea atractiva y educativa para los lectores de la localidad.

Además, en este número podrán encontrar una primera reflexión sobre la importancia de las semillas y su relación intrínseca con el territorio, no solo porque sean especies nativas, sino porque histórica y ancestralmente han hecho parte vital de la vida humana, en la forma como nos relacionamos, nos curamos, creamos y sobrevivimos en esa estrecha relación con las especies y la naturaleza.

Resaltamos el trabajo de dos procesos locales, por un lado, la Biblohuerta que lleva ya más de dos años realizando un ejercicio de siembra con un grupo de adultos mayores en el CDC Timiza y en la Biblioteca Pública Lago Timiza y la primera entrega sobre el proceso de la Comunidad Muisca en la Ronda del Río Funza Tejenderos y Tejenderas de Memoria, que llevan más de 30 años en procesos de educación popular y defensa del territorio desde la recuperación y reivindicación de sus saberes como comunidad muisca.

Como se mencionaba antes, en este número se realiza un ejercicio de investigación e ilustración científica que estuvo a cargo de Alejandro Ospina, que busca resaltar especies que brindan importantes servicios ecosistémicos para la recuperación de la fauna y flora local y que fueron seleccionadas en diálogo con diferentes sabedores locales. Allí, se cuenta sobre la importancia de estas semillas y desde el ejercicio de la ilustración se permite identificar cada una de sus partes y características.

También encontrarán un artículo que visibiliza el proceso que viene realizando el colectivo Redes y Relatos de Agricultores Urbanos con más de 20 huertas en todo Bogotá que hoy esperan mostrar a través de una plataforma digital sus procesos y sus productos para tejer ese canal con otras huertas y en general con la ciudadanía y el trabajo de las mujeres del Tejido Comunitario Muisca Teusaka, que vienen trabajando en la identificación de las plantas medicinales de los pueblos originarios utilizados en la partería.

Por último, pero no menos importante, está el afiche coleccionable, en el que además de las semillas se encuentra una propuesta gráfica del artista Nicolás Castillo, más conocido como Ink Writer, en el que, a través de lo gráfico se propone reconocer que la semilla no tiene que comprarse y no debe ser transgénica, sino que, reconociendo sus procesos, podemos recuperarla, sembrarla y distribuirla por todo el territorio.