Me llaman Víctor Jimé­nez, tomo chamber, fumo marihuana, pienso de manera diferente, inclu­so hasta de vista critica, siento con el corazón y para rematar soy marica. Como ven, mi personali­dad es la de un ser díscolo para unos, libre pensan­te para otros, anarquista para los más conocedo­res, me han convertido en un pobre nadies para el resto de sociedad.

Me permito dirigir esta comitiva, para que conozca usted de pri­mera mano que estamos convencidos de que sí es posible ser la poten­cia mundial de la vida, pero es necesario poder construir en estos cortos tiempos los cimientos que las bases necesitan, como guías que susten­ten el poder popular que debemos edificar de abajo hacia arriba.

Para ello, nos propo­nemos como proyecto pi­loto la juntanza que hoy nos reclama la gente en las veredas, en los barrios, en los municipios y en los territorios como el que usted por fin dignificó: la Guajira. Fue allí donde el realce de la Ministra de la Igualdad mentó como parte demostrativa del cambio, lo cual nos enor­gullece.

Pero como siempre, es necesaria la participa­ción auténtica de la gen­te, en lo que usted nos ha llamado a hacer: ASAM­BLEAS POPULARES PERMANENTES y con ello establecer un diálogo de saberes con la sociedad en general. Donde el san­cocho, la economía en re­sistencia popular, el arte en todas sus expresiones, las medicinas ancestrales como el complemento médico tradicional, en fin, todo lo que antes juntaba al vecino, lo hermanaba a tal punto que era funda­mental la solidaridad en ese carnaval popular y de la vida que llamábamos bazar. Hoy lo quieren plantear y ver como fe­rias, gran diferencia señor presidente, en el bazar o en esa juntanza popular, todos descubrimos la au­tonomía de lo que somos y la dignidad de juntarnos para producir elementos que nos dan equilibrio económico y social, para buscar la libertad que tanto añoramos.

El resultado de ello, es el mandato popular construido por el consti­tuyente primario, esa se­ría la base inicial de una constituyente popular de obligatorio cumplimien­to. Para ello es necesario convocarnos desde ya, puesto que nuevamente el bicho electoral nos sigue, como si fuese la democra­cia real, o la que por lo menos en estos tiempos debemos implementar como democracia directa, ese método electoral del voto, históricamente nos ha llevado a una ruptura con nuestra gente, para ello es imperioso realizar la cumbre política del amor transparente, sin­cero y eficaz, ese que de manera resiliente surge como un nuevo construc­to de orden social colom­biano y latinoamericano.

Esos conflictos que dividen a nuestro pueblo desde las históricas lu­chas bipartidistas deben terminar en el gobierno del cambio, para ello creo que el papel fundamental de Colombia Humana es convertirse en el Partido del Pueblo, y como usted mismo lo corrobora, la unión no es con los igua­les, es con los diferentes como dijo el padre Camilo Torres. Por ello, es nece­sario marcar la diferencia de la juntanza popular, ya que ella no nace desde los diferente, sino al con­trario de los que vemos que somos iguales, que no somos negros, blancos, amarillos, indios, mesti­zos, mulatos, americanos, en fin, los de la juntanza son tan iguales que se han propuesto verse como se­res humanos.

Ese concepto del humanismo que hoy de­bemos recuperar en el pegante ideológico y filosófico de la juntan­za popular, para ello, se comprueba nuevamente la necesidad de que las próximas elecciones ten­gan un tinte más amplio y de manera abierta pue­dan construir los nuevos liderazgos que reclama el territorio, el país y ante todo el Cambio que nos hemos propuesto.

Son muchas las aris­tas que creo debemos observar, y como usted sabe y lo vivió en carne propia, hasta los amigos que uno tiene y peor aún, los que tienen el poder económico, político e incluso el de la lengua, lo puede perjudicar a uno, a tal punto de convertir­lo en un nadies, y como sé que nunca leerás esto, buscaré que otros lo co­menten para que a sus oí­dos llegue el viento de mi voz, y que sepas que un activista popular, tirado hoy como un harapiento y loco en las calles, cargó la foto de Francia y Pe­tro, en busca del camino que debemos labrar en las asambleas populares, para converger en el PO­DER POPULAR, la única RAZÓN QUE NOS DA LA LIBERTAD.

ASAMBLEA POPU­LAR NACIONAL Y PER­MANENTE.