El 25N es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, fecha que se conmemora saliendo a las calles, participando en actividades locales o en entornos sociales cercanos, reconociendo siempre que lo más importante es alzar nuestra voz.

Pero, antes que nada, es necesario hacer una recapitulación de lo que ocurrió en el país, durante el 2023, y observar ¿Por qué sigue siendo tan necesario luchar en contra de la violencia contra la mujer? Según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, en su último informe de septiembre, se reportaron 410 casos de feminicidios en las principales ciudades y departamentos del país. En Antioquia se presentaron 65 casos de mujeres asesinadas, en Bogotá 46 y en el Valle del Cauca 45, lo que da como resultado 316 mujeres asesinadas en la zona urbana, en cuyos casos más de la mitad fueron perpetrados por personas que hacían parte del núcleo familiar o que habitaban en la misma vivienda, en los demás casos los victimarios eran conocidos de la víctima, lo que evidencia que el hogar o las relaciones personales han dejado de ser un espacio seguro para las mujeres.

Las cifras de violencia intrafamiliar en el último Boletín Estadístico Mensual del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses indicaron que, de los 36.626 casos de violencia en contra de las mujeres presentados en el 2023, 27.327 fueron casos de violencia perpetrados por sus parejas; en comparación con el año pasado hay un incremento de más de 2.000 casos, sin mencionar que se reportaron 16.015 exámenes médicos legales por delitos sexuales.

Las cifras deben ser un llamado a reflexionar a nivel de comunidad y encontrar soluciones para que no incrementen más estos casos. El 25 de noviembre no es solo para conmemorar, debe ser también una fecha que nos permita reflexionar sobre nuevas formas de resistencia en contra de esta gran problemática y este sistema que violenta a las mujeres, hacer algo por las que ya no están, por las que estamos y por las que vendrán.