«Literatura juvenil: Reflexiones de una frontera»

Como lector, creo en la continua construcción de fronteras maleables entre los lectores y los libros.

 

Por: Santiago Mora Mesa

 

Al crecer nuestro cuerpo cambia, también cambia nuestro entorno. El mundo ya no es el mismo, se retuerce y los jóvenes buscan un lugar donde se sientan representados en su insaciable búsqueda. El “¿Por qué?”, una de las primeras expresiones que aprendemos de niños, ya no es suficiente, nuestra inquietud es otra, ahora es la curiosidad por un “¿Quién soy?” “¿Qué hago aquí?” “¿Cuál es mi lugar y qué me diferencia de los demás?”. Descubrimos muy pronto que la curiosidad pocas veces es recompensada con respuestas significativas y satisfactorias, ligado a un deseo cada vez mayor de formular nuevas preguntas, nuevas lecturas que crean fronteras para ser transitadas.

Ese paso entre fronteras no pasa desapercibido al tratar de responder a la pregunta sobre ¿Qué es literatura juvenil? o ¿existe tal literatura? Como lector, creo en la continua construcción de fronteras maleables entre los lectores y los libros, sin pensar en la edad, el género o el color, porque la literatura es universal. Pero la forma en que nos acercamos a la literatura siempre es distinta, es un continuo cambio de experiencias y la literatura juvenil logra establecerse como ese escenario abierto que ensancha la vida. El espacio del lector joven se va construyendo de a poco, de manera desordenada y rebelde por lo general, un poco azarosa.

Recuerdo que, muchas veces, un trozo de literatura o una canción fueron los únicos sitios donde me pude encontrar con personas con las que era imprescindible encontrarse. En esos casos sentí que, por así decirlo, empujaba la cruda realidad, la movía y mantenía a raya lo implacable y no permitía que me aplastase. Allí, la literatura juvenil era mi espacio escondido que me daba muchas respuestas, de construir imaginarios, de recuperar el sentido, de no dejarse domesticar.

La literatura juvenil existe, es diferente, evoluciona e implica otras pautas, pero sigue siendo literatura. Sin embargo, no está exenta de caer en voluntades didácticas o moralizantes, a la hora de querer encasillarla y reproducirla desde una fórmula de marketing, atada a las demandas del todo poderoso mercado. Recuerdo las palabras del escritor y promotor de lectura Freddy Gonçalves Da Silva, al escribir que “no todo libro escrito bajo el reglamento de lo que muchos catalogan con desprecio como “literatura fácil” -como si el acto de leer lo fuera-, tienen que ser necesariamente novelas juveniles convencionales, panfletos sobre la juventud ideal, ni mucho menos un dictado de superación personal. La literatura juvenil conecta con otros espacios que competen a la evolución adolescente que muchas veces, por dolorosa, traumática o vergonzosa, el adulto prefiere olvidar”.

Está claro que el momento que vivimos no es propicio, que las circunstancias nos son adversas, pero el joven siempre se relacionará de maneras insospechadas con lecturas de su interés, donde el libro puede ser esa fisura, esa grieta en un mundo saturado por el mercado, la inmediatez y lo superfluo de los patrones a seguir. Es, ante todo, la necesidad de seguir evocando un espíritu de exploración para ir seleccionando un camino personal entre los libros, hasta encontrar un sentido que sólo se ve por ahí y que no se repite, como un pasajero en tránsito.

En esa búsqueda de sentido, sin marcos y encasillamientos, desde nuestro tránsito entre lecturas curiosas, quisiera evocar las palabras de Andrés Caicedo que seguirán retumbando como esa oda a la juventud eterna: “Tú, no te detengas ante ningún reto. Y no pases a formar parte de ningún gremio. Que nunca te puedan definir ni encasillar. Que nadie sepa tu nombre y que nadie amparo te dé. Que no accedas a los tejemanejes de la celebridad. Si dejas obra, muere tranquilo, confiando en unos pocos buenos amigos. Nunca permitas que te vuelvan persona mayor, hombre respetable. Nunca dejes de ser niño, aunque tengas los ojos en la nuca y se te empiecen a caer los dientes”.

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