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«¿Para qué sirve un edil?»

Su labor principalmente es regular, controlar y garantizar el manejo adecuado de los recursos, desde un enfoque local.

Por: El Callejero 

 

 

Desde hace ya varios días comenzaron a sonar en­tre los barrios los nuevos candidatos y candidatas de la próxima jornada electoral, que se lleva­rá a cabo el 29 de octu­bre y que busca escoger gobernadores, alcaldes, concejales, diputados de las Asambleas Departa­mentales y ediles de las Juntas Administradoras Locales para el periodo 2024-2027. Y, aunque, lo que suena hasta ahora son apenas algunas con­sultas internas o encues­tas que buscan que los candidatos que lleguen sean los más aptos, de acuerdo a los criterios de cada partido; desde ya comienza el tradicional desfile de fotos, los lista­dos de logros y las prome­sas exacerbadas de estos apresurados aspirantes, que tienen permiso solo hasta el 2 de agosto para comenzar formalmente su campaña.

Sin embargo, la edu­cación en el sistema elec­toral y por lo tanto la elección democrática de los candidatos sigue sien­do, en este país, un asun­to de demagogia. La cues­tión tampoco es de echar culpas, lo que sí es cierto es que ante la evidente falta de valores de algu­nos candidatos que sin una pizca de rubor siguen prometiendo lo que no pueden cumplir. Es deber del electorado reconocer ese tipo de malas prácti­cas e informarse realmen­te sobre lo que puede o no puede hacer una persona electa en este tipo de car­gos. En estas próximas ediciones abordaremos el tema y comenzaremos con los ediles.

Ahora sí ¿Para qué sirve un edil?

Primero, es impor­tante recordar que los ediles son ciudadanos que residen y desempeñan al­guna actividad laboral en una localidad específica, donde pueden inscribirse como candidatos.

Son elegidos por voto popular y una vez elegidos tienen un sa­lario que oscila entre los $9.000.000 y los $10.000.000 de pesos.

Un edil no puede eje­cutar recursos, no puede construir canchas o asig­nar contratos y mucho menos entregar cargos o puestos en las alcaldías locales.

Su función se cen­tra, primero, en aprobar o no el plan de desarrollo de la alcaldía local; par­ticipar en la planeación, en cuanto a desarrollo económico y social para las obras públicas que se adelanten; regular, controlar y garantizar el adecuado cumplimiento de los contratos; evitar la asignación de proyectos que lesionen los derechos fundamentales; promover la participación y ser un intermediario entre el go­bierno y los ciudadanos; formular propuestas que beneficien a la comuni­dad. Es decir que, su labor principalmente es regu­lar, controlar y garantizar el manejo adecuado de los recursos y los proyectos públicos desde un enfo­que local.

El periódico El Calle­jero tuvo la oportunidad de dialogar con Wilton López, candidato a edil de la localidad de Kenne­dy/Techotiba, adminis­trador público. Esta es su primera candidatura y ha venido abogando por un proceso de pedagogía en los barrios que le permita entender a la gente lo que puede o no hacer un edil y hacer una reflexión sobre la importancia de ejercer bien el voto.

¿Por qué tomarse estos espacios de participa­ción y decisión?

En los barrios más vulnerables y en los que hay más necesidades, siempre llegan los avi­vatos a hacer promesas falsas, a inventarse cosas que ellos no tienen bajo sus manos y tampoco tienen bajo su decisión. Como, por ejemplo, pro­meter la pavimentación de las calles o que van a sacar al barrio de la po­breza. Cuando esa no es la función de un edil y no está contemplado, ni siquiera, dentro de las funciones de un concejal. Son cosas imposibles que le prometen a la gente con tal de recaudar votos y con tal de generar afini­dades con la población.

Nosotros decidimos conjuntamente, desde los barrios, lanzarnos a la candidatura porque era algo en lo que insistían los vecinos. Creemos en un tipo de política elec­toral diferente e incluso construida a partir de la desestigmatización de la misma, entendiéndola como una herramienta de lucha actual. Una lu­cha reivindicativa contra la politiquería, la dema­gogia y el populismo que juega con las ilusiones y necesidades de la pobla­ción. Así, a partir de los conocimientos adquiri­dos desde la administra­ción pública y la organi­zación popular queremos establecer pedagogías asertivas de las funcio­nes reales de cada uno de los puestos de elección popular e incluso de los diferentes funcionarios públicos en lo local.

Nos establecemos como candidatura a par­tir de luchas históricas contra la gentrificación en los barrios populares, siendo transversal todas las dimensiones socio-ambientales. Así llega­mos a la conclusión de la necesidad de pensarnos la construcción del poder popular a partir de los espacios participativos que deben deconstruirse o reformarse. Más allá de la teoría de tomarse las instituciones debemos repensarnos la efectivi­dad de las mismas e ir tra­bajando en un poder po­pular independiente para lograr gobernanzas que constituyan soberanías en todos los aspectos de la vida comunitaria.

Si un edil no puede tener una incidencia tan directa en lo que pasa dentro de los barrios, entonces ¿Por qué es im­portante elegirlo y hasta dónde puede llegar?

El edil puede forta­lecer la organización po­pular al facilitar el acceso y divulgación de la infor­mación, la exposición de datos verídicos, escena­rios de participación a través de la mesa de los ediles, audiencias públi­cas, cabildos abiertos e incluso, poder proponer un proyecto de acuerdo al Concejo Distrital. Pero no lo tenemos, no tenemos quién enlace, ni quien trabaje juiciosamente con los territorios y eso supone una falencia para la organización popular y nos pone a nosotros como ciudadanos a buscar esas herramientas autónoma­mente, pero muchas ve­ces tardíamente. Si por lo menos hubiéramos teni­do un actor político jui­cioso cuatro años antes hubiéramos podido evitar tantas malas decisiones de la administración ac­tual, una administración que se vendió como al­ternativa, como diferente, y eso le dio el aval para que cuatro años los edi­les trabajaran en pro de la alcaldía y no en pro de la gente, sin saber lo que es­taba generando eso en el territorio.

¿Cuáles son esos puntos que ustedes consideran que son claves comuni­carle a la gente para que sepa cómo votar?

Concretamente le es­tamos diciendo a la gente que ningún edil, ninguna Junta Administradora Local tiene el poder de pavimentar o tiene el po­der de salvar barrios com­pletos, incluso no tiene el poder de solucionarle problemas viales, porque cuando inicien el otro año, deben ejecutar las vigencias futuras que va a dejar firmada esta admi­nistración. Les estamos contando que lo que sí tiene que hacer un edil es discutir y adoptar el plan de desarrollo local, hacer control político juicioso a cada una de las entidades, responder a los fallos de los servicios públicos que hay en cada uno de los barrios. También pueden establecer la veeduría ciu­dadana y la participación de la gente, si algo tiene la Junta Administradora Local es que puede prio­rizar las discusiones e in­vitar a las organizaciones populares y comunitarias a que participen en las sesiones y así, a punta de presión organizativa, se pueden cambiar algunas cosas de formas y otras pocas de fondo.

3 comentarios en “¿Para qué sirve un edil?”

  1. Me gusta su articulo es muy asertivo. No me parece que nombre un candidato a Edil puesto que es promoción y divulgación todos los candidatos deberían tener la misma opción.

  2. Esto solo aplica para Bogota que es un Distrito Especial y otros Distritos en Colombia, no es una generalidad para los otros municipios que no sean distritos…

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