«Retos y desafíos»
en la administración pública de los gobiernos de turno
Por: Cristian Sánchez
Viva los que creen y hacen otro mundo posible, los que luchan por justicia, libertad y dignidad… los que no se rinden, que siguen sus ideales, los que tienen coraje…los que caminan por aquí ya sabiendo su misión, en palabras del Subcomandante Marcos: Para todos la luz, para todos Todo.
Queridos compañeros, compañeras y lectores:
Este texto no es más que una reflexión desde la experiencia de un ciudadano que ha trabajado con organizaciones sociales en los últimos 24 años, pasando por varios roles en la pirámide de la administración de recursos públicos, la autogestión o la organización de colectivos. Como líder social me he interesado en promover la defensa y exigibilidad de los Derechos Humanos, promover el respeto por la vida y las luchas por la justicia en un país donde pensar diferente nos cuesta la vida y la libertad.
He participado en diferentes procesos organizativos desde organizaciones futboleras, medios de comunicación independientes, colectivos culturales, organizaciones barriales, apuestas distritales y nacionales. Desde allí he soñado con un país diferente y un mundo más justo en igualdad de condiciones para todas y todos. Como contratista son 12 años de experiencia intermitente en varias administraciones, que me ha permitido conocer desde adentro cómo funcionan algunos medios públicos de comunicación, entidades distritales, una alcaldía local con más de 1.300.000 habitantes y un elefante blanco como es el Museo Nacional de Memoria Histórica, la mayoría de veces con cargos operativos y temporales, pero con muchos aprendizajes de cada contrato en cada entidad.
“Las instituciones deben servir a la gente, es “mandar obedeciendo”, lo que significa liderar obedeciendo. Implica que los líderes políticos no toman decisiones en nombre de su comunidad como sus representantes, sino que actúan como representantes de la comunidad, implementando las decisiones tomadas en las asambleas, un mecanismo tradicional de toma de decisiones”. – Zapatistas, lecciones de organización comunitaria.
Con el pasar del tiempo y con cada administración o gobierno de turno me doy cuenta que no es mucho el cambio de fondo en cómo funcionan las entidades públicas de carácter local, distrital o nacional. Pareciera que cambiar esas prácticas que históricamente nos hacen tanto daño es muy difícil, se necesitan muchos años más o tal vez varias generaciones para acabar con el problema de hipercorrupción en la administración pública, el clientelismo, la negociación de contratos, los favores políticos, entre otros. A su vez, esto también tiene que ver como culturalmente somos los colombianos, por ende, la mayoría de líderes políticos. Denotan poco esfuerzo, falta de interés y compromiso por fortalecer los procesos sociales, fortalecer las comunidades en general, por reivindicar los Derechos Fundamentales y la vida digna en los territorios.
Este es el pan de cada día, en las oficinas de planeación, con los expertos en formular proyectos o hablando con líderes de procesos que no les interesan en lo absoluto más que por el beneficio individual de quedar bien con la administración de turno, extendiendo su contrato un periodo más. Dichos líderes no se comprometen con transformar las realidades que nos acogen, nos enfrentamos a su desconocimiento del territorio y las necesidades de las organizaciones o comunidades. Esto acentúa las dificultades de crecimiento de los procesos sociales, medios comunitarios independientes, agrupaciones musicales, líderes sociales, organizaciones futboleras, juntas de acción comunal o emprendimientos productivos.
Reconozco la dificultad inherente a la labor del contratista, de un alcalde (sa) o presidente en un país con tantos desafíos, pero estoy convencido de que si pusieran más de su parte en la ejecución de los planes de desarrollo local, distrital o nacional, si contrataran profesionales más capacitados pero sobre todo con conciencia de clase, comprometidos con un verdadero cambio, las acciones tendrían que emanar de la fuerza de nuestro corazón y de un profundo entendimiento de las necesidades de quienes nacen sin privilegios en nuestro país.
Adicionalmente, es importante que en Colombia busquemos trascender los procesos normativos que no permiten flexibilidad en la ejecución de programas, planes y proyectos y caminar hacia la implementación de políticas públicas que permitan realmente cumplir con los objetivos, sabemos que la burocracia y los protocolos internos no nos permiten a las comunidades ser parte del cumplimiento de dicha administración pública en los territorios más allá de jugar un papel asistencialista.
En las entidades públicas, necesitamos seres más humanos y comprometidos que entiendan que estamos en la misma posición en la pirámide. Todas y todos somos clase trabajadora y obrera. Aunque tengan un contrato por prestación de servicios, estamos en la obligación de servir de la mejor manera a nuestras comunidades. Los contratos son temporales, las conexiones humanas son permanentes y las amistades son para siempre. Hagamos juntos un mejor esfuerzo para que la administración pública esté al servicio de la gente y sigamos adelante hasta que la dignidad, en realidad, sea costumbre para todos y todas. También necesitamos líderes sociales cualificados y formados para ser gobierno, con ideas claras y propuestas concretas en la ejecución de los gobiernos de turno.
Presidente Gustavo Petro, vicepresidenta Francia Márquez: somos gobierno, pero no tenemos el poder. Los apoyamos para ser parte del cambio y seguimos esperando oportunidades reales para fortalecer los procesos sociales.
“Llamamos a todos y a todas a no soñar, sino a algo más simple y definitivo… los llamamos a despertar”.