La magnitud de la tragedia del pueblo palestino hoy, hace que ni siquiera sea justo mencionar la primera arremetida de Hamás, porque seguiría siendo un argumento que defiende la incursión que deja a más de 7.000 palestinas y palestinos asesinados en la Franja de Gaza y una incesante persecución hacia las comunidades ubicadas en Cisjordania y en el Líbano que también están siendo perseguidas, privadas de su libertad o asesinadas.

No solo es inimaginable lo que viene sucediendo, es que el asedio y las condiciones de vida a las que se ha visto sometido el pueblo palestino, desde hace más de cuatro décadas, viola todos los derechos humanos, es por eso que Gaza sigue siendo denominada como la cárcel más grande del mundo, afirmación hecha por el mismo Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, quien aseguró que allí los niños y las niñas “viven el infierno en la tierra”. Gaza es uno de los lugares más densamente poblados del mundo, con apenas una superficie de 365 kilómetros cuadrados, cuenta con una población de más de dos millones de habitantes, de los cuales el 40% son niños y niñas. Además de eso, más de la mitad de la población vive en pobreza extrema y no por una decisión, sino porque su territorio es controlado por Israel, que no les permite el acceso a las tierras agrícolas, ni a las aguas para la pesca, tampoco les permite entrar o salir de la Franja lo que hace que esta comunidad viva gracias a las ayudas internacionales y a algunas incursiones de contrabando desde el vecino país de Egipto. La Franja de Gaza está bloqueada desde el año 2007 y así como ha pasado con otros asentamientos palestinos en Cisjordania, en Líbano y en Jerusalén, Israel no ha escatimado recursos para poner muros y seguridad, para limitar la libre movilidad de todo un pueblo. Lo que ocurre hoy en Gaza no es un ataque en contra del terrorismo, es una persecución sistemática que tiene como fin acabar con el pueblo palestino.

Los datos oficiales de la embajada de Palestina en Colombia

Aunque parezca increíble, en la era de las comunicaciones y de la información en tiempo real; los datos que se tienen sobre lo que viene ocurriendo en la Franja de Gaza son cada vez más limitados, quien venga haciendo seguimiento a la problemática en redes sociales o en portales web, habrá notado, primero, una exagerada propaganda y publicidad a favor de Israel y segundo, información cada vez menos actualizada sobre lo que viene ocurriendo con las comunidades palestinas y particularmente, en la Franja de Gaza. Como afirmó el embajador Raouf Almalki: “Israel no ha permitido la entrada de corresponsales extranjeros, los únicos que están ahí son corresponsales locales que trabajan con muy pocos canales de televisión, sobre todo Al Jazeera árabe e inglés. Israel no ha permitido la entrada de esos corresponsales para que el mundo no vea el crimen que está cometiendo en contra de nuestro pueblo”, afirmó.

Además de la falta de información, también está la desinformación y las fake news o noticias falsas que se vienen distribuyendo por toda la red. Por lo anterior, El Callejero acompañó el pasado 24 de octubre la rueda de prensa realizada por la Embajada Palestina en Colombia, en la que se realizó una lectura crítica y analítica de lo ocurrido a la fecha, dicho informe fue leído por Alexander Montero y se comparte a continuación:

“La situación en Palestina ha llegado a un punto de no retorno, ante los ojos de una comunidad internacional absolutamente silenciosa y cómplice. Israel ha comprendido que nadie le va a recriminar por cometer crímenes de guerra, sin importar la abominación que quiera hacer. En los 75 años que ha durado la ocupación, Israel ha asesinado a cientos de miles de palestinos, ha venido haciendo una limpieza étnica de Palestina, que inició en 1948 con el asesinato de pueblos enteros, como la masacre de Deir Yassin y la expulsión de más de 750.000 palestinos de sus hogares.

Continuó con la usurpación de tierra palestina y la muerte de la Resolución 181; ya en la guerra de los 6 días, Israel inició el proceso de anexión de la totalidad de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, así como la creación de colonias en suelo palestino en contravía de la Cuarta Convención de Ginebra. Con ello, inició el más cruel sistema de genocidio y apartheid contra cualquier pueblo en la historia de la humanidad. Los palestinos no tienen hogar por culpa de Israel y sus colonos, no tienen tranquilidad por culpa de la ocupación israelí, todas las familias tienen decenas de miembros asesinados por Israel, todas las generaciones, incluyendo las actuales, tienen centenares de presos en cárceles israelíes.

Hoy, los palestinos deben vivir en cárceles masivas. Una llamada Gaza, otra Cisjordania, otra Jerusalén Este y otros millones en el exilio permanente, todo por la culpa de Israel y su interés ciego y malsano de acabar con cualquier vestigio de lo que signifique Palestina. Estamos presenciando cómo lentamente desaparece un pueblo, estamos presenciándolo frente a los ojos cómplices de la comunidad internacional. Hoy, vale la pena levantar la voz y preguntarnos ¿los palestinos sobramos? ¿los palestinos no tenemos derecho a existir? El silencio de la comunidad internacional, parece dar una respuesta criminal a ambas preguntas.

La comunidad internacional, acusa al pueblo ocupado de Palestina de ser el victimario. En palabras simples, la comunidad internacional en un conflicto de ocupación, acusa al ocupado de ser el victimario y al ocupante lo cobija como la víctima, ¿en qué lógica vivimos? Israel viola 97 resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, más de 300 de la Asamblea General, tiene un programa nuclear clandestino, viola las Convenciones de Ginebra, viola la Convención de los Derechos de los Niños, viola todas las normas del Derecho Internacional Humanitario y comete crímenes de guerra. Es el país del Medio Oriente que más ha atacado a sus vecinos y aún lo hace. Sostiene un régimen de ocupación. Ha asesinado a más de 3.500 niños palestinos en lo que va del siglo XXI. Ha propuesto un estado racista y, aun así, Israel es vendido ante los ojos del mundo como la víctima y el abanderado de la civilización. ¿De qué civilización hablan? Hablemos más bien de la muerte de la civilización y la civilidad, estamos frente a la glorificación de la barbarie.

Ahora, Israel sabe que tiene el camino aún más libre para intentar borrar a los palestinos de la faz de la tierra. Sabe que, si antes no le recriminaban, ahora menos. Israel ha instrumentalizado la acción de Hamás a su favor, como lo ha hecho siempre, para poder beber sangre palestina. Israel ha bombardeado hospitales, refugios de la ONU, escuelas. Ha asesinado niños, discapacitados y mujeres palestinas. Hace poco más de un año, un francotirador israelí asesinó a la periodista Shireen Abu Akleh y la policía israelí profanó su funeral. Pero, Israel siempre lo ha negado todo.

Niega su racismo, niega su fundamentalismo, niega su responsabilidad en todos los crímenes de guerra que comete en Palestina. Niega su odio a lo que signifique Palestina, pero lo peor, es que la comunidad internacional le sigue el juego y apoya el negacionismo del carnicero.

Ahora mismo, además de Gaza, el mundo calla ante los asesinatos y secuestros de palestinos en Cisjordania y en Jerusalén Este. El mundo también calla ante la persecución racista que sufren los palestinos de Israel. El mundo calla ante los actos de odio que en el mundo entero se cometen contra los palestinos. Como el caso en Estados Unidos, en donde un estadounidense apuñaló hasta el cansancio a una mamá palestina junto a su pequeño hijo hasta convertirlos en una masa deforme. Hoy, los palestinos no pueden estar seguros en ningún lado del mundo, ni en Palestina, ni en Israel, ni en ningún otro país. Los palestinos son víctimas de crímenes de odio.

Y de nuevo, volvemos a los culpables, a la unidad internacional por complicidad y a Israel por responsabilidad directa. El gobierno palestino, representando al valeroso pueblo palestino, hace un llamado a los pueblos del mundo, a los medios de comunicación honestos y objetivos, y en general, a todos los amigos de lo que aún pueda llamarse civilidad, a que denuncien sin miedo las atrocidades de Israel. Hay que desenmascarar la esencia racista, criminal, terrorista y fundamentalista del sionismo, separándolo del judaísmo y así eliminar su torcida intención de blindarse detrás de las acusaciones de antisemitismo que ellos imparten a su antojo.

Por eso hoy, por intermedio de este mensaje, invitamos al pueblo colombiano a ponerse del lado de la justicia, del lado de la humanidad y de la vida. Nadie puede permanecer impávido frente al intento de aniquilación de un pueblo. Nadie quiere eso en su conciencia”.

Estadísticas de la emergencia humanitaria

Para cerrar, Víctor Correa, asesor de la embajada para asuntos humanitarios, también compartió algunas estadísticas tomadas de la Organización Mundial de la Salud, la Agencia de las Naciones Unidas en Oriente Medio (UNRWA), Unicef, fuentes oficiales del Ministerio de Salud de Palestina, el Comité Internacional de la Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras, que muestran el alcance de la tragedia. 

-Desde el 7 al 12 de octubre Israel ha lanzado 6.000 bombas sobre Gaza, el equivalente a un cuarto de una bomba atómica en términos de intensidad.

-A la 1:30 p.m. del 24 de octubre del 2023, 5.791 palestinas y palestinos habían sido asesinados en la Franja de Gaza, de los cuales el 40% fueron niños y niñas y cerca de 1.292 eran mujeres. 

-Hay un total de 18.000 heridos, la mayoría en Gaza y 1.800 en Jerusalén. 

-A la fecha hay 580.000 refugiados en 150 refugios de emergencia.

-49 trabajadores del área del sector salud han muerto.

-1.4 millones de personas han tenido que desplazarse forzosamente. 

-Hay 1.500 desaparecidos y se han presentado 597 masacres. 

-Se presentan 169.000 viviendas afectadas y cerca de 15.000 totalmente destruidas. 

-En Cisjordania que es la otra parte de Palestina y Jerusalén del Este, 96 personas han sido asesinadas y hay más de 800 detenidas.

“No necesitamos ayuda, lo que necesitamos es libertad, poder vivir como el resto de los pueblos del mundo, no sufrir una ocupación de 56 años, una colonización de nuestro territorio”, afirmó el embajador de Palestina en Colombia.

El panorama no es alentador, Israel insiste en la invasión terrestre y marítima y la cifra de muertos y de heridos sigue aumentando, mientras la comunidad internacional ni siquiera ha sido capaz de ponerse de acuerdo en condenar esta barbarie, que por lo desbordada puede comenzar a tomar forma de un conflicto a nivel mundial, entre aquellos que están del lado de la barbarie o los que defienden la vida.