Es muy probable que el gran error del gobierno Duque sobre el manejo de las vacunas no resida en las características de los contratos de confidencialidad, que al parecer se les han impuesto a todos los gobiernos a nivel mundial, sino en la falta de claridad sobre la fase de desarrollo de dichos contratos. El haber salido a generar falsas expectativas en el mes diciembre, afirmando que estaban listos los acuerdos y que la vacunación iba a iniciar en el mes de enero, fue otro error, en el que el presidente y su gobierno no lograron prever las condiciones actuales, en las que no solo América Latina y los países subdesarrollados atraviesan problemas, al día de hoy toda la Unión Europea tiene los pelos de punta por los retrasos y los incumplimientos de vacunas como la de Astrazeneca y la de BioNtech, que tienen en veremos a la población que se encuentra a la espera de la segunda dosis.

El manejo de las farmacéuticas y la falta de control de organismos internacionales como la OMS sobre ellas, deja el discurso de solidaridad y la búsqueda de empatía en algo menos que una utopía. Lo que dejó ver la pandemia fue la necesidad de los seres humanos de aprovecharse económicamente de las condiciones adversas, los acuerdos de confidencialidad que se han impuesto a nivel mundial lo que buscan es mantener en secreto el valor sobre el que se negocian las vacunas y este es quizá uno de los aspectos menos preocupantes, los rumores sobre la falta de responsabilidad de las farmacéuticas frente a los efectos adversos prende las alarmas, pero lo que se puede decir al respecto es apenas una especulación.

Si volvemos a los errores del gobierno Duque, el haber politizado la situación y relacionado los supuestos acuerdos como una gran gestión de su gobierno, gestión que es apenas su obligación y su responsabilidad, fue otro de ellos. Lo que reclama la ciudadanía y los organismos de control es conocer si realmente se han firmado los acuerdos. Para nadie es un secreto el tema de las cláusulas, pero es importante saber al menos las fechas y las fases de ejecución de los contratos para tener la capacidad operativa que le permita a las alcaldías y a las gobernaciones gestionar de manera correcta la llegada de las vacunas, para preparar a su personal y cumplir con todas las condiciones necesarias para la vacunación, pero hasta ahora no hay nada seguro. Según las últimas declaraciones del presidente, Colombia está a la espera del mecanismo COVAX, una estrategia de las potencias mundiales y de la OMS para brindar ayuda a los países subdesarrollados que no han logrado comprar las vacunas o que no tienen los recursos para hacerlo, sin embargo, tampoco es tan certera su llegada, como ya mencionamos, hay un grave retraso y un incumplimiento continuo por parte de las farmacéuticas a los países que ya están a la espera de las vacunas bajo contrato. Por ahora lo único seguro es que el segundo pico de la pandemia no se ha terminado y que no se ve nada cercana la llegada de las vacunas.