A menos de dos meses de las votaciones al Congreso de la República y cuatro para las presidenciales, hay diferentes factores que afectan la tranquilidad de los colombianos y generan un ambiente de zozobra, que puede tener consecuencias a la hora de tomar la decisión de votar por determinado candidato o partido.

Algunos de esos factores tienen que ver con la violencia que se ha vuelto a sentir en las ciudades y en las zonas rurales, la confrontación política, la incertidumbre en términos de economía y unos partidos fracturados, que generan serias dudas en la ciudadanía.

Violencia en los territorios y en las ciudades

El año 2022 comenzó con un recrudecimiento del conflicto en el país, en los primeros 31 días del año se han presentado trece masacres en el Valle del Cauca, Casanare, Magdalena, Nariño, Cauca, Antioquia, Putumayo, Norte de Santander y Chocó, asesinaron a doce líderes y defensores de derechos humanos y a tres excombatientes de las Farc. Las poblaciones rurales de departamentos como Vichada, Arauca y Valle del Cauca están llegando a las ciudades principales con alertas de reclutamiento forzado y de fuertes combates en los territorios. En apenas un mes, el país vive un retroceso de años en el desescalamiento de la guerra, una guerra que a diferencia de hace cuatro, cinco o seis años, ya no tiene actores claros en los territorios y tiene en jaque a la población, frente a esos actores que se han desdibujado y camuflado con otros.

En las ciudades principales del país hay una violencia política latente, que se evidencia en los constantes ataques a las vallas y a la propaganda que se difunde desde todas las líneas ideológicas. Las alarmas se prendieron cuando el pasado viernes 21 de enero en la localidad de Teusaquillo fue hallado un artefacto explosivo, en la sede de Alternativa, donde se iba a realizar el lanzamiento de campaña del Partido Comunes, este lugar es justamente un proyecto productivo impulsado por los firmantes de paz.

Todas las situaciones anteriores ponen en jaque a la ciudadanía que siente que el regreso de la guerra es una amenaza latente, frente a la cual no se enfrentaban hace varios años Ese ambiente de guerra, incluso de pre-guerra genera una presión adicional a los electores, donde el miedo se convierte en una herramienta de dominación política y control social.

Economía

Nunca antes la economía había sido una preocupación tan imperante como lo es hoy en Colombia y es que el panorama no podría ser peor. Una inflación del 5.62 %, el dólar a $3.942 y una situación económica mundial, que precariza el acceso a materias primas y agudiza la tragedia nacional.

La economía que ya se había visto afectada por la pandemia, vive hoy una situación que al parecer responde a diferentes razones. Por un lado, una crisis económica mundial, debido a los problemas que se siguen presentando en el transporte y que hace escasear las materias primas, lo que encarece los productos para los consumidores. A esto se le suma un alza del dólar en todo el mundo que genera el alza de los productos importados.

Además, la pandemia generó que los precios del año 2020 se represaran, lo que hizo que el alza de precios del año se sintiera más fuerte desde mediados del 2021 cuando se comenzaron a regular los precios con motivo de la reactivación.

Sin embargo, aunque se revisarán todos los posibles factores externos, para la ciudadanía el alza de los precios no tiene justificación, día a día el acceso a los productos se encarece más, productos cotidianos de la canasta familiar se han duplicado y hasta triplicado, convirtiendo alimentos propios de la cocina colombiana como la papa, el pan y los huevos en todo un privilegio. Por eso, el miedo latente sobre la relación directa entre gobierno y economía se siente más que nunca y se convierte en un factor importante a la hora de elegir.

Debates o riñas presidenciales

En el mes de enero se presentaron los primeros debates entre los precandidatos de los diferentes partidos y coaliciones. Encuentros en los que más que el debate de las ideas impera la fractura que hay entre los diferentes candidatos y el ataque personal desde diferentes acusaciones por corrupción.

Con este ambiente electoral la pregunta es ¿cuáles van a ser los criterios a la hora de elegir quién gobernará al país y tomará las decisiones en los próximos cuatro años?