«El POT ¿Para ordenar o para desalojar los territorios?»

Por: Luis Eduardo Tiboche

 

 

El Decreto 555 de 2021 adoptó la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad y con el pomposo eslogan “Bogotá Reverdece 2022 – 2035” superó varias discusiones y debates que se mantuvieron por más de 4 años, entre diversos sectores e intereses en puja, con una muy escasa participación de las comunidades. La revisión adoptada “busca responder a varios desafíos”, desde lo regional, lo económico, la solidaridad y lo ambiental, todo esto enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es decir, en el marco de acuerdos internacionales asumidos por el Gobierno Nacional.

Sin embargo, esta adopción y las discusiones que la antecedieron generaron profundos desacuerdos y críticas; en últimas profundiza un modelo de ordenamiento que privilegia los intereses de los urbanizadores de toda laya y los negocios de los grandes capitales nacionales y transnacionales. La participación de las comunidades sigue siendo puramente figurativa ya que, estructuralmente, las normas de la misma apenas sirven para socializar; mientras las propuestas de las comunidades siguen sin ser tenidas en cuenta.

El territorio en la mira del negocio

La Resolución 0958 del 5 de mayo del 2023, expedida por la Secretaria Distrital de Planeación, dispone una serie de directrices frente al modelo de ocupación de la UPZ 80 Corabastos, esta resolución tiene una solicitud de iniciativa pública de la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico y conceptos de viabilidad de la Empresa de Acueducto de Bogotá, Secretaría Distrital de Ambiente, entre otras.

El POT plantea una nueva división político administrativa de la ciudad, pasando de 20 localidades a la creación de 33 Unidades de Planeación Local (UPL) y, para el caso que nos atañe, la descentralización de la Corporación de Abastos, es decir, en unos años su desaparición del territorio. 

La Actuación Estratégica Chucua La Vaca es una de las 25 actuaciones incluidas en el POT para “intervenciones urbanas integrales”, y está en el puesto 17 de este listado, sin embargo, es una de las primeras que tiene resolución. La pregunta necesaria a hacerse es, ¿Y por qué la prisa? Será por lo que significa el gran negocio del abastecimiento de la ciudad, o quizás, además, por el afán de los urbanizadores de ocupar un espacio con ubicación privilegiada.

Aunque, en un principio, se podría pensar en los beneficios que traerá la Actuación Estratégica Chucua La Vaca, por lo que plantea la construcción de nuevas áreas para servicios sociales, entre ellas, la construcción de un colegio, dos jardines infantiles, un hospital, dos centros de infancia, un centro de adulto mayor, un centro cultural,  “la conformación del borde del humedal Vaca Norte”, sin que sea claro que significa esta conformación de límite. En materia de movilidad estructurará un sistema de movilidad y de bicicletas que conecta al metro con la estación de Transmilenio. Esta Actuación también contempla la conformación de la Ciudadela Productiva y Cuidadora de Occidente; además, la creación de un Complejo Multifuncional y Diverso en el sector de María Paz que combina actividades comerciales, de reciclaje y residenciales. Renovación y reconfiguración urbana en zonas colindantes con el parque Cayetano Cañizares y el humedal la Vaca, y por último se contempla la reconfiguración urbana y desarrollos inmobiliarios orientados al transporte en la zona de Villa Nelly. Lo que, en teoría, mejoraría las condiciones de vida de un poco más de 58 mil habitantes, pero la cuestión es más compleja de lo que parece.

Como lo plantea Camilo Medrano, uno de los líderes en este llamado por hacer de esta Actuación Estratégica un plan concertado con la comunidad: “Lo que esperan de la descentralización de Abastos es, efectivamente, que haya una nueva infraestructura sobre todo en términos económicos, de ahí nos preocupa que la resolución dice que todo va a ser concertado y la fase de formulación se va a hacer en acuerdo con las comunidades a través de la participación ciudadana, pero lo que nosotros hasta ahora hemos identificado, por la documentación que conseguimos, es que ya hay muchos proyectos e iniciativas internas entre las entidades, donde ya tienen una proyección sobre lo que se va a hacer ahí. Este es un proyecto inmobiliario de gran escala en el predio que desocuparía Abastos y donde se construirían más de 10.000 unidades habitacionales en altura, es decir, conjuntos residenciales de propiedad horizontal, aumentándole la carga a una localidad y a una zona como la UPZ Corabastos que tiene un déficit de espacio público, incluso de servicios públicos; en esencia esto significa la multiplicación de un fenómeno que se viene dando en diferentes zonas de la ciudad, como lo es la gentrificación, que básicamente es el desplazamiento de moradores tradicionales, para que lleguen otros con una capacidad adquisitiva más grande. Eso la gente lo percibe solo desde el punto de vista de la valorización de sus viviendas porque el sector tiene nuevos equipamientos y demás, pero la contraparte de eso es que con la valorización viene el aumento vertiginoso, por ejemplo, del impuesto predial, de los servicios públicos y del estrato, lo que no favorece a los pobladores iniciales y tradicionales del territorio”.

Algunas preguntas que nos debemos hacer y traducir en la organización social y la movilización permanente de las comunidades en la defensa del territorio:

¿La Corporación de Abastos se ira del territorio y pagara la deuda social, cultural, económica y natural que ha generado en estos más de 50 años? o ¿Se irá sin hacerlo como ya sucedió con Bavaria en el sector de Castilla?

¿Qué pasará con las diversas comunidades que están vinculadas laboralmente y que hacen parte de ese entramado de economías populares que coexisten con Corabastos?

¿Aguantará el territorio más torres de vivienda, más de 10 mil, en el lote que ocupa actualmente Corabastos?

¿Un territorio que se debe organizar en torno al agua, los ecosistemas y los corredores de biodiversidad soportarán esta embestida de cemento y obras, en una geografía que cada día es más caótica y que en cambio de mejorar tiende a empeorar?

Definitivamente, la tarea es la movilización social permanente por la defensa del territorio y de la vida digna de sus pobladores. Es urgente desde las comunidades y sus construcciones sociales informarse de cada uno de estos componentes de la Actuación Estratégica y desarrollar una movilización permanente, ya que lo que se viene es arrasar con los entramados culturales, sociales y económicos que por décadas se han venido construyendo en este Territorio del Agua.

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