«El POT 2022-2035: El renacer de Bogotá Peñalosa»

Por: Juntanza Techotiva

 

En las re­des socia­les y en los medios de comunicación hay una palabra que se ha empe­zado a escuchar reitera­damente “POT” o “P-O-T”, según la locución de turno. Como si fuese un conjuro, se promete que con esas tres letras Bo­gotá será mejor para todos [guiño, guiño], habrá una especie de teletrans­portación para llegar a cualquier lugar en 15 o 30 minutos, la ciudad será confundida con un bos­que de duendes, y hasta se traerá y cuidará al ser amado.

Las mágicas siglas significan: Plan de Orde­namiento Territorial, y el pasado 10 de septiembre fue presentado por la al­caldesa Claudia López ante el Concejo de Bogo­tá, para ser estudiado por 90 días y ser implemen­tado por los próximos 12 años.

A pesar de lo esti­pulado, el actual POT se ha mantenido desde el 2004, es decir, por 17 años. El último intento de POT fue el de Peñalosa, el cual favorecía a los cons­tructores agremiados en CAMACOL y a las carro­cerías Volvo de Transmi­lenio. La caída de su Plan de Ordenamiento deter­minó que, en 2019, parte del debate de campaña girara en torno a cambiar el modelo de Peñalosa.

Es así como llega Claudia López a la Al­caldía de Bogotá, prometiéndole a sus electores la defensa de los ecosis­temas, la reducción de la influencia de Transmile­nio y la protección a los pequeños propietarios contra las grandes cons­tructoras. Promesas que ha ido incumpliendo, una a una, y que con el proyec­to del POT terminan de agrietarse. Los siguientes son los 10 micos por los cuales el POT de Claudia es aún más regresivo que el de Peñalosa:

1. Promete cambiar el modelo de transporte de los BRT o Transmilenio por el de un sistema mul­timodal de metros, trenes y bicicletas. PERO, aun­que dibuja cuatro líneas del Metro, ni siquiera la primera cuenta con es­tudios de detalle, por el contrario, proyecta 17 troncales de Transmile­nio más, incluida la 7ª y la 68.

2. Habla de renova­ción o revitalización ur­bana para “impulsar la densificación racional de áreas para vivienda y otras actividades, promo­viendo su uso eficiente y sostenible”. PERO, termi­na legalizando la gentri­ficación, favoreciendo la venta forzada de predios y el englobe de los mis­mos, para la construcción de grandes proyectos in­mobiliarios y comercia­les.

3. En Bogotá hay un déficit de espacio públi­co por habitante, en la actualidad es de 4.4 m2, cuando según el decreto 1508 de 2008, debería ser de 15 m2, por lo cual se propone garantizar estos espacios. PERO, lo hace a costa de restar áreas a la estructura ecológica principal con las estra­tegias de parques con­templativos y de borde, permitiendo un endure­cimiento de hasta un 25% del área total.

4. Vende la idea de la ciudad de 15 o 30 minutos, gracias a la reestructura­ción de las localidades en torno a manzanas de cui­dado, las cuales ofrezcan todos los servicios que los ciudadanos puedan nece­sitar. PERO, la organiza­ción por Unidades de Pla­neamiento Local (UPL) ha sido arbitraria, sin es­tudios rigurosos sobre la identidad y las necesida­des de las comunidades, y las manzanas de cuidado tan solo ofrecerían equi­pamientos de proximidad (jardines, CDCs, UPAs, entre otros).

5. Vía planes de de­sarrollo local, incluye procesos de transforma­ción en torno a la cultura del reciclaje. PERO, en el POT no contempla ni la reducción, ni el cierre del botadero Doña Juana, lo cual es una demanda de las comunidades afecta­das en el sur de la ciudad.

6.Menciona a la agri­cultura urbana y los fes­tivales como prácticas válidas para el uso del espacio público. PERO, deja en el limbo estas prácticas para una poste­rior reglamentación por parte de las entidades.

7. Actualiza la cate­gorización de la Estruc­tura Ecológica Principal. PERO, le da distintas ca­tegorías a un mismo eco­sistema como en el caso del río Bogotá o Cerro Seco, fragmentándolos con medidas de conser­vación más laxas en unos sectores que en otros.

8. Los humedales pasan de ser parques distri­tales a reservas de hume­dal. PERO, en el Artículo 55 permite la construc­ción de proyectos viales sobre ellos.

9. Aparece la figura de bosques urbanos y allí incluye al Bosque Bavaria junto a 18 bosques más en el distrito; PERO, apare­ce como una estrategia de espacio público y no como parte de la Estruc­tura Ecológica Principal.

10. En el Artículo 66, dentro de los usos permitidos para las rondas de los ríos, contempla activi­dades recreativas dando paso a continuar los pro­yectos de Peñalosa, como la Red de Parques de Río Bogotá y el conector del río Tunjuelo.

A nivel local, las or­ganizaciones de Techo­tiva mantienen la alerta sobre: el Plan Parcial la Pampa, el cual afecta la zona de influencia del humedal Techo; el Plan Parcial Tagaste, el cual cubriría al humedal bu­rrito; el Plan Parcial Ba­varia, que por mapa con­templa tanto zonas de renovación como de desa­rrollo; Kennedy Central y todas las zonas aledañas al Metro y las grandes avenidas, pues están de­marcadas como zonas de renovación susceptibles a ser derribadas y recons­truidas a la fuerza y a ca­pricho de cualquier cons­tructora.

Hacia el 10 de di­ciembre se debe apro­bar el nuevo POT, por lo que aún se está a tiempo de que las ciudadanías comprometidas ejerzan presión al Concejo, para que el Ordenamiento del Territorio sea con y para las comunidades.

#SinParticipaciónNoHayPOT

1 comentario en “POT 2022-2035: El Renacer de Peñalosa”

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