Tema 4:
Procesamiento y manejo de material orgánico
Se espera que en los próximos años se comience a implementar en el país un servicio público de aprovechamiento de este tipo de residuos, que pueda ser liderado por las asociaciones de recicladores.
¿Cómo podemos hacer un buen manejo de residuos orgánicos en casa?
Los residuos orgánicos son todos aquellos elementos que son desechos o residuos de origen animal y/o vegetal. Estos residuos tienen la capacidad de degradarse rápidamente transformándose en otro tipo de materia orgánica.
Para llevar a cabo este proceso en casa lo que podemos hacer es seleccionar los residuos, teniendo en cuenta que todo lo que es susceptible de descomponerse puede entrar en un proceso de tratamiento orgánico: cáscaras de fruta, de huevos, restos de comida, sobrantes de preparaciones o de jardinería, papel y servilletas.
Al tener bien seleccionados estos recursos se debe tener en cuenta que algunos pueden generar mayor humedad que otros. La materia orgánica se descompone naturalmente, al hacerlo se toma su tiempo, que puede ser bastante extenso. Lo que ha hecho el ser humano es observar este fenómeno e identificar que en algunas ocasiones es necesario acelerar el proceso para tener la capacidad de darle un manejo adecuado a este tipo de material, para eso se pueden usar técnicas de compostaje y otros ejercicios que aceleran la descomposición.
Uno de ellos es el particulado de los residuos, es decir, cortarlos o triturarlos en partes más pequeñas, para de esta manera acelerar los procesos de descomposición. También se puede realizar captura o cultivo de microorganismos, que luego son aplicados a los mismos residuos, ya particulados, los cuales producen calor y permiten que el proceso sea más efectivo. Este manejo de los orgánicos puede hacerse en canecas en la casa, en pilas o pacas en zonas verdes y en contenedores para un manejo industrial.
De este proceso se obtienen varios recursos, entre ellos los escurridos, que en un procesamiento controlado de material pueden ser reutilizados y aplicados a las plantas como abono líquido. Del proceso de descomposición en los diferentes contenedores, que deberemos estar removiendo de manera constante, podemos generar abono rico en diferentes compuestos, de acuerdo a la materia orgánica que comencemos a tratar. Por ejemplo, si tenemos muchas cáscaras de banano, va a ser rico en potasio.
LAS PEQUEÑAS ACCIONES pueden generar grandes cambios, si hacemos este ejercicio de compostaje y manejo de orgánicos en nuestras casas y además de eso separamos el material aprovechable y se lo damos al reciclador, vamos a reducir en un 80% el tamaño de las bolsas negras que llegan a los rellenos, y vamos a lograr que esas 623 hectáreas de tierra (más de 6 veces el parque Simón Bolívar) que hoy ocupa Doña Juana y cuya capacidad llega a su límite en el año 2023, sean innecesarias, porque no vamos a enterrar el mismo volumen de residuos que enterramos hoy.
Se espera que en los próximos años se comience a implementar en el país un servicio de aprovechamiento público de este tipo de residuos, que pueda ser liderado por las asociaciones de recicladores que llevan más de 30 años explorando, estudiando y generando propuestas novedosas para su adecuado tratamiento y manejo.
Hay algunos términos asociados al manejo de residuos que vale la pena conocer y manejar:
Lixiviados: Líquido residual, generalmente tóxico, que se filtra de un vertedero por percolación.
Escurridos: Líquido residual, rico en nutrientes, que puede ser aplicado como abono líquido a las plantas.
Microorganismos: Vivimos rodeados de microorganismos. Los microbios están por todas partes y, gracias a ellos, es posible la vida en el planeta. Estos tienen muchísimas funciones. Por ejemplo, se encargan de la fijación del nitrógeno en las plantas. Actualmente son empleados en la producción de alimentos y también en la de medicamentos. Pero también están en nuestro propio cuerpo y conforman lo que se llama la ‘microbiota’ (conjunto de microorganismos que se encuentran en las distintas partes de nuestro organismo), y nos ayudan a mantener una buena salud.
Compostaje: Materia orgánica procedente de residuos agrícolas y de la jardinería tratados para acelerar su descomposición y ser utilizados como fertilizante.
Abono: Un fertilizante o abono es cualquier tipo de sustancia orgánica o inorgánica que contiene nutrientes en formas asimilables por las plantas, para mantener o incrementar el contenido de estos elementos en el suelo, mejorar la calidad del sustrato a nivel nutricional, estimular el crecimiento vegetativo de las plantas.
Si en algo se parecen los residuos sólidos aprovechables y los orgánicos es que su aprovechamiento y transformación depende de lo ingeniosos que seamos y de la industria que se cree alrededor de cada tipo de residuos. Hay algunos residuos orgánicos líquidos que son mucho más difíciles de disponer y de transformar, por ejemplo el aceite usado de cocina que si lo vertemos por la cañería es capaz de contaminar hasta 1.000 litros de agua.
Por eso te proponemos una solución fácil y útil para el manejo de este tipo de residuos, vamos a crear jabón a partir del aceite de cocina que ya fue utilizado.
Para esta actividad debes contar con la supervisión de un adulto, ya que el proceso de preparación puede conllevar algunos riesgos.
Consigue previamente los siguientes materiales:
- 2 litros de aceite usado
- 2 litros de agua
- 400 gramos de soda caústica
- Un balde de plástico resistente al calor, acero inoxidable o vidrio
- Un palo de madera
- Guantes y gafas de protección
- Una camisa de manga larga
- Un colador
Recomendación: Ubicarse en un lugar abierto y aireado.
1. Vierte 2 litros de agua fría en el balde que cumpla con las características solicitadas.
2. Ubícate en un espacio abierto, ponte los guantes, las gafas y la camisa de manga larga, también puedes buscar de una vez el palo de madera. Lo que debes hacer es, con mucho cuidado, ir agregando la soda cáustica al agua. Mientras la vas vertiendo debes remover la mezcla con el palo de madera hasta que la soda se disuelva por completo. Lo usual es que esta mezcla vaya aumentando de temperatura, por eso remueve lentamente para evitar posibles quemaduras.
3. Deja reposar la mezcla hasta que se enfríe.
4. Para agregar el aceite usado puedes colarlo con anterioridad o en la misma medida que lo vas añadiendo a la mezcla, para eliminar impurezas y restos. Sigue removiendo con suavidad hasta obtener una mezcla homogénea.
5. En este punto, puedes añadir aceites esenciales, colorantes naturales o cualquier otra sustancia que quieras añadir para darle colores o esencias particulares.
6. Deja reposar entre dos o tres horas la mezcla, para luego distribuirla en los diferentes moldes, de acuerdo al formato de jabón que quieras.
7. Espera un par de días hasta que el jabón se solidifique por completo para que puedas desmoldarlo.
8. Para que el jabón se endurezca del todo y termines con éxito tu creación deja reposar en el molde un mes más, tratando de drenar el agua sobrante que va resultando, hazlo con cuidado y utilizando los guantes. Después de este tiempo, podrás tener tu jabón casero y estarás listo para aprovechar y transformar nuevamente el aceite de un mes que ha salido de tu hogar.
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